A
lo largo de los pasados días se nos han ido acumulando las revistas y libros
recibidos, a los que haremos referencia en sucesivos comentarios. Entre ellas
se encuentra el nº 94 de CEM. Boletín del Centro de Estudios del Maestrazgo,
correspondiente al segundo semestre de 2015, en el que se dan a conocer la
ponencias y comunicaciones presentadas a las XIV Jornadas organizadas por dicho
Centro. Entre las primeras, hay una dedicada al barranco de la Valltorta,
considerado desde su descubrimiento en 1917, como uno de los núcleos más
representativos del Arte Rupestre Levantino. Entre las segundas, nos ha llamado
la atención la referida a una técnica de estampación que era utilizada en
algunas localidades del Maestrazgo, próximas a la provincia de Teruel, mediante
la cual se convertían las sábanas en colchas; al utilizar para la impresión,
mediante matrices de madera, un color ocre amarillo, las piezas resultantes
eran conocidas con el nombre de sábanas rovelladas, siendo piezas singulares de
gran interés. Otra de las comunicaciones hace referencia al origen etimológico
de la palabra olivo, desde la primera lengua escrita, el sumerio, a los idiomas
actuales.
El
Museo Arqueolóxico Provincial de Ourense nos remite el tomo LV de su Boletín Avriense. Entre sus contenidos
destaca un divertido trabajo de José Carlos Bermejo Barrera en el que con el
título “Rituales, Astronomía e Historia. El supuesto calendario de la Galicia
celta” lleva a cabo una demoledora crítica contra aquellos autores que
pretenden sustituir el método histórico con otros procedimientos teóricamente
científicos para justificar un supuesto sustrato celta en determinados espacios
sagrados. Especialmente significativo es el párrafo finalen en el que analiza
el camino recorrido por dichos autores en su deseo de construir la historia
sobre una base excesivamente científica, llamada “astronomía cultural”.
“Quisieron hallar un mito de entronización, creyeron que lo habían encontrado,
pero no lo había. Entonces creyeron descubrir el rito que estaría detrás del
mito y así enmarcarlo en un conjunto cultural, pero no lo hallaron. Sin
embargo, encontraron un lugar, en el que podría haber tenido lugar el rito en
una fecha concreta. Tampoco encontraron la fecha porque no había un calendario,
pero se dieron cuenta que es el sol, el astro rey, el que marca todas las
fechas y regula los calendarios, y así es como al final, llevador por su celo,
unos historiadores, auxiliados por un astrónomo, descubrieron la existencia del
sol”. No se puede ser más claro a la hora de poner en evidencia las debilidades
de ese método que, aunque en este caso, se circunscribe al caso concreto del
supuesto calendario celta, podría aplicarse a otros localizados en diferentes
lugares que, periódicamente, ponen en circulación seudohistoriadores, que
encuentran eco en los medios de comunicación, intentando dar explicación a
diferentes hechos del pasado.
Entre
los contenidos del nº 251 del Boletín de la Institución “Fernán González”
de Burgos, queremos hacer referencia al artículo de María Jesús Jabato Dehesa
sobre “El manto de Nuestra Señora de la Soledad de Burgos” en el que se da
noticia del manto que para esa imagen fue realizado, en 2012, en el taller del
bordador Salvador Oliver Urdiales, en cumplimiento de un legado de 180.000
Euros que, para su confección, dejó la devota Dª Aurora Martínez. La imagen, de
las llamadas de vestir, fue costeada en 1902 por D. Vicente Alfonso Ortega y su
esposa Dª Juan del Nero, venerándose actualmente en la iglesia de Santiago y
Santa Águeda de la capital burgalesa. En el trabajo se analiza la indumentaria
utilizada por las llamadas Vírgenes de la Soledad, a partir del modelo
establecido en un lienzo que trajo de Francia la reina Isabel de Valois, esposa
de Felipe II. Se detallan, asimismo, las prendas que componían el vestido
tradicional de las viudas castellanas de la nobleza, en el que está inspirado y
que se reprodujo en diversos lugares. También es muy curioso el artículo de
Inocencio Cadiñaos Bardeci sobe “Grupos marginados: Notas sobre prostitución en
Burgos”, en el que a partir de las escasas notas conservadas estudia la evolución
de esa práctica en el tiempo, su regulación, el problema de las barraganas de
los clérigos burgaleses y la historia de la mancebía en esa ciudad. Por su
parte, David Fernández Durán destaca los
elementos periféricos de la representación oral de la geta, en relación con el
manuscrito del Cantar de Mío Cid, poniendo de manifiesto sus características como
libro de juglar y su instrumentalización en actuaciones públicas.
El
Centro de Estudios de la Orden del Santo Sepulcro nos ha remitido el nº 7 de su
boletín Anástasis, entre cuyos
artículos hay uno de I. Patrocinio Jimeno Victori, dando noticia de la reciente
restauración de la imagen del Cristo yacente que centra el impresionante
baldaquino de la capilla mayor de la Real Colegiata del Santo Sepulcro de
Calatayud. Por su parte, José Antonio Tolosa Urieta informa acerca de la página
web www.aragonmudejar.com que puso
en marcha en 2007, con las referencias en ella contenidas sobre monumentos de
la Orden del Santo Sepulcro. El Director de ese Centro de Estudios, D. Wifredo
Rincón García, continúa la serie de artículos dedicados a los Presidentes,
dedicado en esta ocasión al Excmo. Sr. D. José Ramón Pardo de Santayana y
Coloma, que lo fue entre 2007 y 2011.
Finalmente,
queremos dejar constancia de la recepción del nº 67 de la revista El Adarve, que edita el Centro de
Estudios del Bajo Martín, con numerosas noticias sobre Híjar y su entorno,
especialmente referidas a las tradiciones relacionadas con la Semana Santa.
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