domingo, 3 de abril de 2016

Jornada inolvidable en Pozuelo de Aragón



            Con tiempo excelente, gran afluencia de público y una perfecta organización, Pozuelo de Aragón vivió ayer, sábado 2 de abril, una extraordinaria jornada festiva con motivo de la conmemoración de la concesión de la Carta Puebla a la localidad.






            Esta recreación histórica, que tiene carácter bianual, era la tercera vez que se llevaba a cabo, y que ha contado con un amplio apoyo de vecinos y visitantes que, desde primeras horas de la mañana, llenaron las calles luciendo, muchos de ellos, trajes de época. 






            A las diez de la mañana se abrió el mercado medieval, con numerosos puestos instalados en diferentes puntos del casco urbano, en los que se ofrecía todo tipo de productos.








            También pudieron verse, a lo largo de toda la jornada, muestras de oficios tradicionales, como el herrero, un taller de caligrafía, la colchonera, bolilleras, hilado de lana o la elaboración de adobas, entre otros varios de los que es imposible dejar constancia gráfica. 




            Una calesa y un grupo de caballistas pusieron su nota de color por la mañana y participaron, por la tarde, en la comitiva que, desde el antiguo palacio de los abades de Veruela, marchó a la iglesia parroquial para efectuar la lectura de la Carta Puebla.





            Los niños disfrutaron con todo pero, de manera especial, con algunas atracciones como el tiovivo manual, los paseos en calesa o las fotografías que podían realizarse con la silueta de un monje.






            A media mañana y por la tarde, hicieron acto de presencia los gigantes de Mallén, Maleján, Luceni, Novillas y Albeta, que iban acompañados por sus correspondientes grupos de gaiteros.




            A la puerta de la iglesia parroquial actuó la Asociación de Bailes Medievales de Utebo, tanto por la mañana como por la tarde.




            No pudimos asistir a la comida popular que se sirvió en la plaza, a partir de las 14,30 horas, ni a la cena en el pabellón, pero pudimos ver los preparativos para las muchas personas que quisieron disfrutar del excelente menú a 5 Euros.




            No fue el único componente gastronómico del día pues, junto al pilar de San Antón, se preparaba un estupendo asado y eran elaboradas las tradicionales “bolas”.




            Tampoco pudimos ver el Museo de Martín Heredia, pero sí recorrimos la exposición de Indumentaria Aragonesa, instalada en la Casa Consistorial, en la que se mostraba una interesantísima muestra de trajes y otros elementos, pertenecientes a la colección privada de Ana Corina Pablo de Buen, que mereció la pena.
            Mañana publicaremos la crónica del acto final del día, el de la lectura de la Carta de Población, en la iglesia parroquial, que resultó especialmente brillante.

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