El 9 de mayo de 1591
nació en Calcena D. Diego Chueca y
Rincón, en el seno de una familia noble. Cursó la carrera eclesiástica y se
graduó como Doctor en Teología en la Universidad de Zaragoza, de la que fue
Catedrático de Artes. Obtuvo la canongía magistral de la Santa Iglesia
Metropolitana, siendo nombrado después Examinador Sinodal del arzobispado. Fue
un hombre de gran prestigio, al que se recurrió con ocasión de asuntos
delicados como cuando el canónigo Martín de Funes escuchó hablar al Cristo de
la Seo. También intervino en el informe sobre el famoso milagro de Miguel
Pellicer. En 1643 fue consagrado obispo de Barbastro, siendo trasladado, más
tarde, a la sede de Teruel. Elegido Diputado del reino de Aragón, Felipe IV lo
nombre Consejero de Estado, cargo de especial relevancia. Falleció en Zaragoza
el 18 de junio de 1672, siendo enterrado en la capilla de San Martín de la Seo.
Sus restos fueron trasladados a la iglesia parroquial de Calcena, por
iniciativa de su sobrino D. Diego Chueca Serrano, también canónigo magistral de
la Seo, el cual había mandado construir un mausoleo en la capilla del Espíritu
Santo de la citada iglesia, en cuya embocadura aparecen las armas de este
ilustre prelado.
El 9
de mayo de 1617 fue inaugurada la primera fuente que existió en el Campo del
Toro que, naturalmente, no es la que aparece en esta imagen, sino otra que
estaba situada en la pared del convento de agustinos, que es el edificio que
aparece a la derecha. Según relataba D. Rafael García, era Justicia de la
ciudad D. Julián de Aguerri que fue quien llevó a cabo la idea “hacía muchos
tiempos concebida” de colocar una fuente en dicho lugar. El agua de trajo de
Marreque por una cañería enterrada en una zanja que se abrió “a vecinal”. Esta
noticia nos plantea un problema, dado que en un reciente artículo, relacionado
con la también desaparecida fuente del Fondizuelo, que escribimos a raíz de un
hallazgo del Dr. Aguilera, suponíamos que dicha fuente estaba en la actual
plaza de España. Esta cuestión hay que reconsiderarla a la luz de lo que hoy
damos a conocer y, por otra parte, en las ordinaciones de Borja (del siglo XVII
y XVIII), se dedica un apartado a las fuentes, mencionando a las “de las
Canales, Campo del Toro, y abrevador, fuendiçuelo, y sus caños, conductos y
cubillas”, al prohibir que en ellas echaran inmundicias. Por lo tanto, seguimos
sin saber el lugar en el que estaba situada esa fuente del fondizuelo.
El 9 de mayo de 1926
nació en Gallur el P. Eusebio Laborda
Aznar. Era hijo de D. Manuel Laborda Pérez y Dª Margarita Aznar Chueca,
ambos naturales de Trasobares. Profesó en la Compañía de Jesús, en la que llegó
a desempeñar cargos relevantes, entre ellos el de Provincial de Aragón.
Participó en la Congregación General en la que fue elegido Prepósito General el
P. Arrupe. Fue miembro de la cofradía de las Siete Palabras, interviniendo como
predicador durante el recorrido procesional de la misma, el día de Viernes
Santo, en varias ocasiones. Falleció en Oporto el 12 de septiembre de 1982.
El 9 de mayo de 1948
nació en Trasobares D. Ángel Gregorio
Chueca Sancho. Era hijo de D. Mariano Chueca y de Dª Araceli Sancho,
pertenecientes a una familia de labradores que, sin embargo, quisieron que
estudiara el Bachillerato. Posteriormente, cursó la carrera de Derecho en la
Universidad de Valencia y se graduó como Doctor en la de Zaragoza, con una
tesis sobre “Francia ante la Unión Política de Europa. Profesor Titular de
Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales en la Universidad
Complutenese, pasó después a la de Zaragoza, donde el 12 de febrero de 2010 fue
nombrado Catedrático de esa disciplina. Fue profesor invitado en diversas
universidades españolas y autor de libros importantes que el Centro de Estudios
Borjanos va a adquirir en su memoria, así como de numerosos artículos en
revistas especializadas. Desarrolló una gran labor investigadora en diversos
ámbitos como el Derecho del Medio Ambiente, la Unión Europea y, especialmente,
la protección internacional de los Derechos Humanos y de los derechos de los
extranjeros. Por el extraordinario prestigio del que gozaba en el ambiente
académico, su inesperada muerte, acaecida el 26 de julio de 2013, causó un gran
impacto.
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