Sobre una trilladora de Bureta

         Pedro Domínguez Barrios nos ha enviado una serie de fotografías de una antigua trilladora que se conserva en Bureta, con la esperanza de se pueda evitar su pérdida definitiva, dado el interés que tienen como elemento del Patrimonio Industrial, que es preciso preservar.

         A través de la placa existente sobre una de las ruedas se puede apreciar que se trata de uno de los más antiguos modelos fabricados por la empresa Ajuria S. A. de Vitoria que llegó a ser la más importante, en este sector, de España.

         Según el Prof. D. José Ignacio Martínez Ruiz que ha estudiado el proceso de mecanización de la agricultura española, los orígenes de la empresa se remontan al año 1911, cuando Segundo Aranzábal Aranzábal (descendiente de una familia de herreros) y Serafín Ajuria Urigoitia (cuya familia poseía una fábrica de fundición y que, por cierto fue quien construyó Ajuria-Enea, la residencia oficial del Lehendakari) constituyeron una sociedad que, tras diversas transformaciones dio lugar en 1927 al nacimiento de Ajuria S. A. Tras la I Guerra Mundial era la representante en España de la empresa británica Ransomes que fabricaba trilladoras, la cual llegó a crear un modelo específico para nuestro mercado, con el nombre de “Victory”, de la que vendieron 51 unidades y sirvió como base para que Ajuria creara su propia trilladora, presentada en 1926.

         Rápidamente llegaron a convertirse en la principal suministradora de este producto en nuestro país, llegando a vender, entre 1924 y 1930, nada menos que 1.531, según un reportaje que hemos encontrado. Con el tiempo, su fábrica de Vitoria se transformó en un importante complejo industrial en el que trabajaban numerosos obreros y donde se fabricaban tres modelos, de tamaños diferentes.

         En cualquier caso, creemos que el ejemplar de Bureta, con sus ruedas metálicas y la placa de identificación en el lugar señalado, pertenece a los primeros modelos, lo que acrecienta su interés. Pudiera parecer descabellado, pero ya hemos asistido a la desaparición de elementos de suma importancia para el Patrimonio Industrial, como molinos de aceite, aperos de labranza o antiguos tractores, alguno de los cuales con sus llantas de acero se encontraba arrumbado en Borja, como para que dejemos de manifestarnos a favor de esta trilladora.

         Cuando el pasado año, visitamos el municipio de Las Cuevas de Cañart, nos mostraron esta trilladora más moderna para la que estaban construyendo una cubierta con el fin de protegerla en un espacio contiguo al convento de Servitas.

         Lo mismo se ha hecho en Alcalá de Henares con este otro modelo conservado en la plaza del Palacio y podríamos citar otros ejemplos, incluso algunos en los que se han vuelto a poner en funcionamiento, recreando las antiguas labores agrícolas.