Como
habíamos informado, el pasado 2 de mayo se hizo público el Plan de
Rehabilitación de monumentos de titularidad eclesiástica que, propiciado por la
Excma. Diputación Provincial, se lleva a cabo con la colaboración de las
diócesis de Tarazona y Zaragoza, junto con los ayuntamientos donde radican los
bienes objeto de intervención. Este programa cuyos fondos proceden en un 60 %
de la Diputación y el 40 % restante es aportado, a partes iguales, por diócesis
y ayuntamientos, ha permitido la recuperación de numerosos edificios de singular
importancia, entre ellos el claustro de la colegiata de Santa María de Borja.
En
este caso, la asignación de una importante cantidad económica va a hacer
posible la realización de la cuarta fase de un proyecto global que fue
redactado, en su momento, por la arquitecta Dª María Martínez Fábregas. En la
primera fase fueron restaurados tres de los cuatro vanos dobles del ala más
próxima a la puerta de acceso al mismo. En ella intervino el recordado
arquitecto D. Fermín Soto y fue en el transcurso de las obras cuando aparecieron
los restos de la celosía que originalmente cerraban dichos vanos.
La
segunda fase, en la que intervino el arquitecto D. Alberto Rivas, permitió
recuperar el cuarto ventanal del ala objeto de intervención en la etapa
anterior y el primer del ala que conduce a la capilla del Santo Cristo.
La
tercera fase, en la que participó el arquitecto D. Ricardo Marco, hizo posible la
apertura de otros dos ventanales, de manera que el estado actual es el que se
ofrece en la fotografía superior.
Los
trabajos de esta nueva actuación se van a centrar en el espacio que ocupó el
baptisterio que es una construcción relativamente reciente, aunque la reja que
lo cierra es antigua y será reubicada en otro lugar más adecuado. Habrá que dar
asimismo una solución a los últimos arcos, dado que ahora forman parte de uno
de los laterales de la capilla de la Virgen del Carmen, dándose la
circunstancia que, probablemente, por ese lugar era por donde se accedía al
patio interior del claustro.
La
restauración integral del claustro culminará con la rehabilitación del ala que
aparece en la imagen, ahora cubierta por unos almacenes, dado que la cuarta fue
destruida para levantar una serie de capillas, cuyo exterior habrá que
adecentar, así como será necesario acometer el ajardinado del espacio interior.
En cualquier
caso, el próximo inicio de los trabajos constituye una noticia importante para
nuestro Patrimonio, debiendo ser resaltada la colaboración entre la Excma.
Diputación Provincial, el M. I.Ayuntamiento (que se encarga de las obras) y del
Obispado de Tarazona, merced a la cual va ser posible la rehabilitación
integral de un monumento declarado Bien de Interés Cultural.
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