viernes, 28 de diciembre de 2018

Revistas recibidas 167


         Hemos recibido el nº II del tomo LXXIV de la Revista de Estudios Extremeños que edita el Centro de Estudios Extremeños de la Diputación de Badajoz. En varias ocasiones hemos comentado que se trata de una de las más voluminosas que nos llegan. En esta ocasión consta de 600 páginas, por lo que sintetizar su contenido es tarea imposible en tan breve espacio disponible. Nos limitaremos a destacar algunos artículos que nos han llamado la atención o interesado especialmente, entre ellos el de Miguel Ángel Naranjo Sanguino y Manuel Roso Díaz en el que proponen “Un modelo metodológico de historia local”. Alejandro García Galán y Manuel Caballero Armenta-Tejero dan a conocer la figura de “El capitán don Antonio Adriano Tejero y Pizarro, militar peñalsordense en ultramar, entre 1864 y 1895”, un miembro del Cuerpo de Infantería de Marina (marino por lo tanto) que había nacido en Peñalsordo en 1843. Llamativo es el título del trabajo de Jacino J. Marabel Matos “Muerte y simonía del Gobernador de Badajoz, el Excmo. Sr. Mariscal de Campo D. Rafael Menacho y Tutlló” defensor de la ciudad de Badajoz, en el que narra la compleja trayectoria de los homenajes que le fueron tributados, aunque no hemos llegado a comprender la referencia a “simonía”, dado que la única acepción que admite el Diccionario de la Real Academia Española es la de “compra o venta deliberada de cosas espirituales, como los sacramentos y sacramentales, o temporales inseparablemente anejas a las espirituales, como las prebendas y beneficios eclesiásticos”. Curioso es también el artículo de José Manuel López Caballero “Sobre la presencia de sirenas en Extremadura”, como motivo ornamental, así como el que varios miembros del Grupo de Investigación HABITAT dedican a “Los motivos vegetales en las borduras de los tapices flamencos de la catedral de Badajoz”.
 


         La Asociación para la Recuperación de los Castillos en Aragón (ARCA) nos ha enviado el nº 36 de su revista Castillos de Aragón, entre cuyos contenidos destaca el artículo de su presidente D. José Manuel Clúa Méndez sobre “Arquitectura civil y religiosa en el término municipal de Aínsa”. Héctor Giménez Ferreruela trata sobre “Fortificaciones de la provincia de Teruel en el diccionario de Pascual Madoz”, mientras que José María Establés da a conocer el castillo de Pola (Zaragoza). “Los secretos de la iglesia de Nuestra Señora del Mar en Encinacorba” son desvelados por Carlos Lasierra y el sumario se completa con la crónica de las IX Jornadas de Castellología Aragonesa, celebradas en Calatorao, que firma Luis Gracia Gil. La revista también incluye un dibujo de Rafael Margalé sobre el castillo de Añón.




         También reseñamos la recepción del nº 5 de El Gastrónomo Zaragozano en uno de cuyos artículos Juan Barbacil, Secretario de la Academia Aragonesa de Gastronomía, recuerda el curso de “Iniciación al análisis sensorial” que, a finales de la década de los años 80, puso en marcha la Estación de Viticultura y Enología de Movera, entre cuyos primeros alumnos se encontraban Fernando Bordejé, Javier Navascués y el recordado Teodoro Pablo. Por su parte, Javier Bona escribe sobre “Joyas de la cocina sefardí” y, entre las recomendaciones de Coopervinos figura el vino “Garnachas de Montaña” que dentro de “Vinos del Viento” elabora el californiano Michael Cooper con la etiqueta de la D. O. “Campo de Borja” y que ha obtenido altas calificaciones.

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