El
pasado sábado llevamos a cabo el primer ensayo clínico de un revolucionario
procedimiento terapéutico que estamos desarrollando en nuestro Centro para
curar determinadas dolencias. Para ello, elegimos como lugar de realización del
mismo la localidad de Fuendejalón que, a su rico Patrimonio Cultural, une la
excelencia de sus vinos.
En
primer lugar, las personas aquejadas de una severa depresión, junto con un
grupo testigo de personas sanas, fueron sometidas a una inmersión cultural en
ese bellísimo monumento que es la ermita de la Virgen de Castillo, patrona de Fuendejalón,
donde les fueron mostradas las distintas obras de Arte que allí se conservan.
A los
pies de la imagen, famosa por los numerosos milagros que ha obrado, encomendaron
su futuro para los próximos años, pudiendo advertir el director del ensayo los
primeros síntomas de mejoría.
Se
trasladaron después a la iglesia parroquial de San Juan Bautista, otro de los
excepcionales monumentos allí existentes, que visitaron con gran detenimiento,
quedando gratamente sorprendidos, dado que algunos de los presentes era la
primera vez que tenían la oportunidad de hacerlo.
Del
Patrimonio pasaron al Enoturismo, visitando Bodegas Aragonesas de la mano de
esa extraordinaria guía que es Arantxa Laborda, cuya contribución al éxito del
ensayo fue decisiva.
Tras
recorrer las instalaciones donde se elaboran sus caldos, pudieron catar las
distintas variedades de los mismos, acompañados por un queso de gran calidad.
Para entonces el cambio operado en los pacientes era radical.
Pero
cuando Arantxa, que a su simpatía une una portentosa voz, se arrancó con unas
jotas cuando el entusiasmo se desbordó y los aplausos premiaron esa inesperada
expresión de algo tan consustancial con Fuendejalón como es la Jota.
Cuando uno de los pacientes secundó el ejemplo de
Arantxa pudimos percatarnos del éxito del procedimiento desarrollado en el
Centro. Patrimonio y Vino son las claves del mismo. Mucho mejor que someterlos
a la tortura de los botes de un trineo por caminos polvorientos con el riesgo
de provocar lesiones en la columna.
Pero,
lo que no habíamos previsto es que el radical cambio operado iba a despertar un
apetito feroz entre los participantes, los cuales dieron cuenta de una opípara
comida en un conocido restaurante, provocando una subida de sus índices de
colesterol que habrá que corregir inmediatamente.
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