Todos
los miércoles y sábados tiene lugar en el Palacio Real de Madrid la ceremonia
sencilla del relevo de la guardia. Por eso, los miembros de la delegación de
Borja que asistieron a la beatificación de la Madre María del Carmen Lacaba
Andía, tuvieron la oportunidad, al salir de la catedral de la Almudena, de
presenciarla.
Al
mando de un cabo y al son de pífano y caja, se procede al relevo de los
guardias a pie y a caballo que montan guardia en la puerta de la calle de Bailén,
para desfilar después hacia el interior del palacio.
No
obstante, el primer miércoles de cada mes, a las doce de la mañana tiene lugar
un relevo solemne, recuperado en 2014, en el que, con una duración de 50
minutos, rememora el relevo diario que tenía lugar en tiempos de Alfonso XII y
Alfonso XIII, últimos monarcas que residieron en el Palacio.
Comienza con el
establecimientos de los puestos de guardia en la Plaza de la Armería, para a
continuación realizar los siguientes movimientos: la revista de tropas, entrada
de guardia saliente, desfile de guardia entrante, solicitud para iniciar el
relevo de los Comandantes Jefes de la Guardia, relevo en los puestos de
artillería y caballería, relevos en los puestos de centinela, retirada de la
guardia y desfile de la guardia saliente. Durante el relevo se realiza un
carrusel a cargo del Escuadrón de Escolta Real, de la Batería Real o de la
Unidad de Música.
Era
una mañana luminosa y cálida en la que los borjanos también pudieron disfrutar
del magnífico aspecto que presenta la plaza de Oriente, presidida por la
espectacular estatua ecuestre de Felipe IV, obra del escultor Pietro Tacca,
sobre diseño de Diego Velázquez, la cual es una obra maestra de este tipo de
esculturas, dado la complejidad que entrañaba garantizar su estabilidad
teniendo el caballo levantadas sus patas delanteras, para lo cual se requirió
el asesoramiento de Galileo Galilei.
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