Una
luminosa mañana, con temperatura muy agradable, acogió ayer en Talamantes a los
participantes en el XII Encuentro Convivencial del Club de “Los 12” que
pudieron disfrutar, una vez más de las bellezas de ese preciosos municipio, a
la sombra de las ruinas de su castillo y que se agrupa en torno a la iglesia
parroquial de San Pedro, con la torre que reedificó el arquitecto D. Miguel
Ángel Bordejé y ese ya gran ejemplar de conífera que ha experimentado un
notable crecimiento desde que lo vimos plantar.
Nos
llamó la atención lo verde que se encontraba el campo, a pesar de encontrarnos
ya a mitad de junio, así como el aspecto que, por la tarde, presentaban las
Peñas de Herrera, escenario hace unos meses de la pérdida de rumbo de aquel
guía paleógrafo que supo encontrar, en ellas, las huellas de los castillos de
Ferrera y Ferrellón.
Tras
el recibimiento dispensado en la Casa de la Pradera por el matrimonio
Villarroya-Lahuerta, nos trasladamos al Albergue Municipal en donde los
actuales responsables del mismo habían preparado un opíparo menú. El arroz al “Senyoret”
extraordinario, pues no en vano son alicantinos los encargados del restaurante
que aconsejamos a todos aquellos que quieran disfrutar, con distintos tipos de
arroces, previo encargo.
Los 12
que, en esta ocasión eran nueve, dieron buena cuenta de todo, bajo la atenta
mirada de D. Manuel Villarroya, artífice de estas reuniones anuales que, junto
con su distinguida esposa, las prepara con minuciosidad y especial cariño.
Después,
en su “Casa de la Pradera”, aún tuvo ocasión de ofrecer un café, bien ilustrado
o acompañado, haciendo entrega de un regalo a todos los presentes, culminando
de esta forma esta nueva edición de los encuentros que deseamos se prolonguen
durante muchos años. Gracias Manolo.
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