En
reiteradas ocasiones nos hemos referido a la incansable labor que viene
desarrollando el Prof. D. Juan Antonio Frago Gracia, sin duda la figura más
destacada de nuestra comarca en el ámbito de la investigación científica.
Nacido
en Magallón, en 1940, a pesar de su condición de Catedrático emérito de Historia
de la Lengua, en la Universidad de Zaragoza, continua con su trabajo de
investigación, fruto del cual son los constantes artículos publicados en prestigiosas
revistas internacionales.
Ahora
acaba de aparecer una nueva aportación suya en el Boletín de Filología de la Universidad de Chile, una revista
fundada en 1934 que, en la actualidad tiene carácter semestral. La imagen que
reproducimos es de un volumen anterior, dado que en el que ha aparecido su
trabajo es el nº 1 del volumen LIV, correspondiente a este año 2019.
Lleva
por título “Judios, conversos y judeoespañol. Apuntes históricos” y en él se
aborda la historia del judeoespañol, desde sus raíces peninsulares a la
nivelación que experimentó la diversidad lingüística de los judíos desterrados.
Pero también analiza la historia de una comunidad hebrea aragonesa,
concretamente la de Magallón, a partir del protocolo del notario Antón Francés,
conservado en el Archivo Municipal de esa localidad.
Lo
hemos leído con delectación por la gran cantidad de datos que aporta, referidos
tanto al número de integrantes de esa aljama como a las propiedades que
poseían, desde las de uso común, como la sinagoga, el hospital o los baños,
hasta los campos que cultivaban.
Noticias
sobre la identidad de sus miembros así como de sus costumbres, con un curioso
apartado dedicado a la gastronomía y, por supuesto, al lenguaje con
aragonesismos incorporados, siendo especialmente divertido la pervivencia del
término “royo” en las juderías de la diáspora, para finalizar planteando la
cuestión de si existió un lenguaje judeoespañol peninsular del que derivaron
las hablas sefarditas, en el que no todo es vulgarismo, sino que también se
encuentran rasgos cultistas.
Finaliza
el artículo con una coda en la que refiere su relación personal con algunos
judíos sefarditas con los que tuvo relación en sus viajes o el de un profesor
de la Universidad de Tel Aviv que visitó Calatayud, localizando la casa de sus
antepasados en la plaza de la Higuera (Figuera), el mismo lugar que conocía por
tradición familiar y que dio origen a una entrañable amistad con el Prof. D.
Salvador Amada Sanz, su suegro, al que recordamos con especial cariño en
nuestro Centro por la conferencia pronunciada en los inicios del mismo sobre “La
Jota en la comarca”.
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