Una
beatificación constituye un hecho relevante en la historia de una ciudad y, en
la nuestra, se celebraron en el pasado con gran brillantez otras que no tenían
una relación directa con nosotros. En el caso de la Madre María del Carmen
Lacaba Andía se trata de una mujer nacida en Borja y es la primera en ser
beatificada.
De
ahí, que la comunidad de religiosas concepcionistas franciscanas pidieran que,
junto a los actos religiosos hubiera alguna otra manifestación de júbilo. La
acogida del M. I Ayuntamiento y, de manera muy especial, la colaboración de los
voluntarios de la comparsa de Gigantes y Cabezudos, así como la de la
Agrupación Musical Borjana, hizo posible que, partiendo desde la Casa
Consistorial, desfilaran por las calles de la ciudad en dirección a la iglesia
del convento de la Concepción.
Es un
gesto que merece ser resaltado y quedará inscrito en los anales de nuestra
ciudad, como expresión del reconocimiento tributado a una mujer que, por sus
virtudes heroicas mereció alcanzar la gloria de los altares.
Ayer,
los gigantes bailando a las puertas del convento, junto al arco de la Carrera y
con las torres de Santa María al fondo, constituyeron la mejor expresión de
júbilo de la ciudad por la exaltación de una de sus hijas, porque los gigantes
son un elemento festivo que está presente en los grandes acontecimientos, razón
por la cual también abren la procesión del Corpus y acompañan a la corporación
en sus desfiles oficiales. Nuestra felicitación a los voluntarios y a los
integrantes de la Agrupación Musical Borjana por esta muestra de sensibilidad
que, sin duda, pasará a forma parte de la pequeña historia de nuestra ciudad.
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