El
Servicio de Información del Patrimonio Cultural Aragonés (SIPCA), que tan
destacada labor viene realizando, publicó en su página de Facebook el pasado
mes de agosto un artículo sobre “La desconocida línea fortificada
Zaragoza-Tortosa, un testimonio arquitectónico de las guerras carlistas”.
Creada hacia 1875, ya al final de la III Guerra Carlista, por orden del general D. Manuel de Salamanca y Negrete estaba constituida por una serie de torres cuadrangulares, como la de Sástago que aparece en la imagen, capaces de albergar una pequeña guarnición.
Pero
había también fortificaciones de mayor entidad como el fuerte de Escatrón o el
de Caspe que es conocido como “fuerte de Salamanca”, en recuerdo del citado
general.
D.
Guillermo Carranza insertó un comentario al artículo en el que señalaba la
falta del fuerte de Novillas, aunque hay que reconocer que, comoquiera que se
aludía a los situados entre Zaragoza y Tortosa, era lógico que no se
mencionara, dado que se encuentra aguas arriba de la capital aragonesa.
Nos
pide que destaquemos su importancia y lo hacemos con gusto, dado que fue
“descubierto” por nuestro Centro cuando realizamos los trabajos del inventario
del Patrimonio en Novillas.
A raíz
de ello, la Dra. Dª. Fernanda Blasco Sancho publicó un artículo en el nº XLV de
Cuadernos de Estudios Borjanos, en el
que analizaba las características arquitectónicas del llamado “fuerte de guerra”,
construido en torno a 1875 para impedir el paso de las partidas carlistas,
procedentes de Navarra, por el puente de barcas que existía entonces en el
Ebro, por lo que probable que su edificación respondiera al mismo plan que los
anteriormente citados. Abandonado durante mucho tiempo, a comienzos del siglo
XX era utilizado como corral de ganado y, en 1934, el Ayuntamiento de esa
localidad decidió construir cinco viviendas, ejecutando obras que le dieron el
aspecto actual.
Cuando
lo “descubrimos” se encontraba abandonado de nuevo pero, posteriormente, fue
completamente rehabilitado para sus culturales y por Orden de 17 de abril de
2006 fue declarado “Bien de Interés Cultural” con el nombre de “El Fortín”.
En la
actualidad es uno de los tres testimonios de arquitectura militar existentes en
Novillas. Los otros son el torreón islámico descubierto por D. Luis Zueco y los
restos del castillo templario, aunque ninguno de los dos ha sido objeto de una
declaración específica.
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