El domingo estuvimos en Los Fayos, una localidad cercana que ofrece numerosos atractivos, desde su curioso emplazamiento hasta los diversos monumentos que pueden recorrerse mediante una visita guiada, bajo la dirección del arqueólogo D. Óscar Bonilla, bien conocido en nuestra zona por las excavaciones realizadas en Tabuenca y Borja.
Hacía
tres años que no habíamos estado allí y, junto con algunos cambios
experimentados en su Patrimonio Cultural, hemos vuelto a constatar el cuidado
de sus calles, extraordinariamente limpias y con profusión de flores y plantas.
Las
flores en balcones, ventanas y en las vías públicas constituyen un elemento
ornamental de singular importancia para ofrecer al visitante un agradable
aspecto de la localidad y constituyen un ejemplo a imitar.
Son
plantas muy variadas, desde las que crecen junto al antiguo acueducto hasta una
llamativa colección de cactus que vimos en una plazuela.
Son
fruto de la contribución de los vecinos que se esfuerzan por decorar sus
fachadas y los espacios situados frente a sus casas pero hay también una labor
de concienciación, como lo demuestra los curiosos rótulos pintados en todas las
alcantarillas: “No tires nada. El mar empieza aquí”, se indica en ellos.
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