La Policía Nacional ha informado, a través de los medios de comunicación regionales, de la detención en Calatayud de un joven de 19 años, al que se le imputa la realización de diversas pintadas en el casco urbano de esa ciudad. Lo curioso del caso es que una patrulla de la Policía sospecho de él al observar que en sus zapatillas llevaba grafitos similares a los aparecidos en las paredes. Además, uno de ellos correspondía al acrónimo “ACAB”, iniciales de una frase en inglés, insultante para los cuerpos policiales.
Entre
las pintadas supuestamente realizadas por el joven había algunas en el exterior
de la colegiata de Santa María. Comoquiera que se trata de un monumento
declarado Bien de Interés Cultural que, además, figura en la lista del
Patrimonio Mundial de la UNESCO, si fuera declarado culpable, lo que
corresponde a los Tribunales de Justicia, podría ser condenado a resarcir los
daños y a una pena que oscila entre seis meses y tres años de prisión.
Lo
importante de la noticia es que, tras la investigación realizada por los
miembros del Cuerpo Nacional de Policía, ha podido ser identificado el presunto
autor de las pintadas y puesto a disposición judicial.
En el
caso de Borja, desde hace tiempo venimos denunciando la impunidad de que gozan
los autores de estos hechos vandálicos que, en determinados momentos, han
afectado a nuestra colegiata de Santa María, también declarada BIC, o a
monumentos como la ermita de San Jorge.
Pero,
comoquiera que todo el casco antiguo de Borja tiene la declaración de Bien
Interés Cultural, cualquier pintada realizada en sus calles podría ser
tipificada como daño contra el Patrimonio.
El
Ayuntamiento suele borrar con celeridad esas pintadas, aunque la reiteración de
las mismas, no siempre lo hace posible. Pero, hasta el momento, nunca han sido
identificados lo que puede provocar una sensación de impunidad que fomenta
nuevos actos vandálicos.
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