El
Centro de Estudios Extremeños nos ha enviado el nº III del tomo LXXV de su Revista de Estudios Extremeños, un
volumen de más de 700 páginas, algo habitual en esta publicación que ofrece un
amplio repertorio de trabajos de indudable interés. En esta ocasión son 23 los
artículos que componen su sumario.
Ante la imposibilidad de comentar todos ellos, destacaremos el de Ana Labarta sobre “El tesorillo andalusí de joyas de Castuera” que fue encontrado en esa localidad pacense en 1996. Nos ha interesado especialmente el artículo de Francisco López Casimiro titulado “Catálogo de Senadores masones en la Restauración”, período en el que contabiliza a 31, un número que no nos parece demasiado elevado y que sería interesante contrastar con el de los parlamentarios de épocas posteriores.
José
Ignacio Clemente Fernández ofrece un minucioso estudio sobre “El mobiliario
doméstico de Llerena y Zafra en los siglos XVII y XVIII” con un análisis
artístico de sus diferentes tipologías entre las que incluye a lo que
correctamente califica de “escaparates” que el nombre correcto de lo que
algunos llaman “vitrinas”.
La
última parte de la revista constituye un homenaje al historiador, bibliófilo y
académico D. Manuel Terrón Albarrán, fallecido en 2019, a través de una serie
de artículos en el que se ofrecen diversos aspectos de su personalidad.
También
hemos recibido el nº 15 de El Gastrónomo
Zaragozano que, en su mayor parte, es un homenaje a la garnacha y las
distintas Denominaciones de Origen. Por lo que respecta a la nuestra hay una
reseña sobre la Ruta de la Garnacha y un artículo dedicado al 75 aniversario de
Bodegas Ainzón. Por lo que respecta a la columna habitual de Javier Bona, está
dedica a Sádaba, tierra de mausoleos y castillos.
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