La noticia del fallecimiento del Prof. D. Eloy Fernández Clemente nos sorprendió cuando regresábamos de Madrid, afectándonos profundamente, dadas las especiales relaciones que había mantenido con nuestro Centro, especialmente con su anterior Presidente D. Victorino Gracia Salas, que se preciaba de una amistad que siempre mantuvieron desde lejanos tiempos. Su madre era de Azuara y con su padre había coincidido en el antiguo colegio de Santo Tomás.
Le acompañamos en su última visita a
Borja, hace ya siete años, y con él recorrimos los diferentes museos y la sede
del Centro, donde le mostramos la colección de obras de D. Severino Aznar, en
cierto modo fundador de la Sociología española. Llegamos incluso a estudiar la
posibilidad de tributarle aquí un homenaje, exponiendo los numerosos recuerdos
que conservamos de ese ilustre personaje, nacido en Tierga y criado en
Calcena, que nos donó su nieta Dª. María Blanca Aznar de Pérez Modrego.
De manera muy especial queremos recordar
su compromiso con la salvación de la Casa Consistorial de Borja. Como nos ha recordado
D. Manuel Giménez Aperte, fue desde su despacho cuando se puso en marcha la campaña
para evitar su derribo. El pidió al Prof. D. Guillermo Fatás que escribiera un
artículo en las páginas de Heraldo de Aragón, que tuvo enorme repercusión y
también se encargó de alertar al Colegio de Arquitectos que envió a Borja una
comisión encargada de analizar el problema. El monumento se salvó y,
posteriormente, fue restaurado con hallazgos significativos en su zaguán y escalera.
El Prof. Fernández Clemente que era natural
de Andorra e Hijo Predilecto de esa localidad, acaba de cumplir 80 años. Con 17
años logró el título de maestro, como lo habían sido sus padres, y ejerció la
docencia en Mesones de Isuela, cuya plaza había logrado por oposición.
Pero, al mismo tiempo, que ejercía el
Magisterio cursó la carrera de Filosofía y Letras y, posteriormente, los cursos
de Pedagogía y la carrera de Periodismo. Enseñando en diversos docentes de
Teruel, preparó su tesis doctoral que versó sobre “La Ilustración Aragonesa.
Una obsesión pedagógica”. En 1974, tras haber sido profesor de la Escuela de
Magisterio y de la Facultad de Filosofía y Letras, se incorporó a la nueva Facultad
de Ciencias Económicas, primero como profesor interino, luego Profesor Titular
en 1985 y, finalmente, como Catedrático de Historia e Instituciones Económicas,
a partir de 1992. También ejerció como Decano de esa Facultad entre 1996 y 1999,
desarrollando una intensa actividad.
Pero la figura de Eloy Fernández Clemente,
junto con su amplísima bibliografía está unida a dos grandes empresas
editoriales: Andalán y la Gran Enciclopedia Aragonesa. Del
primero tenemos la colección completa en nuestro Centro y también contamos con
todos los volúmenes de la enciclopedia con sus anexos, así como muchas de sus
obras, entre las que escribió y las que impulsó, como la “Biblioteca Aragonesa
de Cultura” o los Cuadernos Aragoneses de Economía.
No queremos dejar de destacar su
compromiso político, desde su militancia en el Partido Socialista de Aragón,
del que fue fundador, hasta su labor cotidiana en el mundo de la Cultura y de
la defensa de lo que Aragón representaba para él.
Su actuación se vio jalonada por una
serie de importantes distinciones que recibió en sus últimos años. Para él fue
el Premio “Día de las Letras Aragonesas” en 1995, precursor del actual Premio
de las Letras Aragonesas. En 1997, fue nombrado “Hijo Adoptivo de Zaragoza” y,
al año siguiente, la Diputación de Teruel le honró con la “Cruz de San Jorge”.
Miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, desde 2000, en 2010
le fue concedido el título de “Hijo Predilecto de Andorra”, como ya hemos
mencionado. Finalmente, este año, El Periódico de Aragón le había nombrado “Aragonés
de Honor” y el Presidente del Gobierno de Aragón le hizo entrega, en el palacio
de la Aljafería del Premio Aragón 2022. Con ese motivo pronunció un bellísimo
discurso, lleno de ilusión y esperanza hacia el futuro, con referencias constantes
a su gran amigo José Antonio Labordeta, que terminó con el párrafo que
reproducimos:
“Somos
una comunidad en pie: como esos viejos árboles que, hasta el último día,
caminaremos entonando un gran canto a la libertad, a la democracia, a la
justicia. Y en una hora de graves pandemias, guerras, desigualdad y pobreza, es
importante sentir que tenemos los aragoneses la posibilidad de unirnos,
superando en lo fundamental enfrentamientos, reconciliándonos con el pasado, y
ante las dificultades que en este momento se viven, hacer por comprender el
sentido del paso de mujeres y hombres por la tierra. Dirigimos, en fin, un
mensaje a esas generaciones recientes, amenazadas por el paro, la desesperanza,
la crisis económica, para que renueven ese entusiasmo por transformar la
realidad, porque lo que no avanza, puede morir. Es fundamental la conciencia crítica,
que permitió nacer y desarrollarse así esta tierra hermosa. Sí, entre todos,
hay que levantar.”
Descanse en paz el amigo y el hombre
íntegro que fue Eloy, del que han de florecer los mejores ideales que sembró,
mientras el cierzo se encargará de disipar las sombras que siempre acompañan a
toda trayectoria humana.
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