Durante los pasados días, en las páginas publicitarias insertadas por la Diputación Provincial en los medios de comunicación, se ha hecho referencia a la concesión de una ayuda de 426.000 euros, dentro del plan Plus 2023, para la restauración de la Casa Palacio de los Francés y su transformación en “Casa del Artista”.
Aunque en varias ocasiones nos hemos
referido a este monumento, queremos volver a destacar su importancia, tanto
desde el punto de vista histórico, como arquitectónico (en otro artículo) con
la esperanza de que pueda contribuir a los trabajos de rehabilitación, aunque
mucho nos tememos que el resultado final diste mucho del que merece el
edificio.
Los Francés fueron una familia de hidalgos establecida en
Borja, al menos desde el siglo XIV, cuando está documentado el matrimonio de
Jaime Francés, en 1480, con Violante de Vera, perteneciente a la familia
propietaria de la Casa de las Conchas.
En la capilla de San Felipe del
claustro de la colegiata de Santa María se conserva el enterramiento de un
miembro de la misma, “Antón Francés, mayor”, cuya lauda sepulcral es el
testimonio más interesante conservado del antiguo templo medieval.
En
esa lauda aparecen las armas de la familia con esa flor de lis que usaron las
distintas ramas de la misma. Aunque extinguida en nuestra ciudad, existen
descendientes de la misma y, como informamos en su momento, se puso en contacto
con nosotros Dª. Pilar García Durán, licenciada en Psicología por la Universidad
Complutense y descendiente de D. Martín Francés, la cual tuvo la amabilidad de
remitirnos el estudio realizado sobre 500 años de su historia familiar.
La casa está asociada a otro suceso histórico acaecido en nuestra
ciudad, pues fue en una de las rejas de la planta baja del edificio (entonces
las había) cuando, en la noche del 14 de septiembre de 1615, D. Diego de Vera y
Torrellas, el joven señor de Majones y propietario de la Casa de las Conchas,
sorprendió hablando con una de las hijas de los Francés a D. Jerónimo de
Aguilar y a D. Francisco San Gil, también muy jóvenes, trabándose una pelea
que, aunque inicialmente se saldó con la huida de los galanes, sus
consecuencias fueron trágicas, dado que al día siguiente, los San Gil, los
Aguilar y los Jordán, todos ellos emparentados, tendieron una celada en la
plaza del Mercado a D. Diego de Vera, asesinándole alevosamente.
Este es el hecho que terminó convirtiéndose en la leyenda de
la madre de la víctima que, supuestamente, había perdonado a los agresores y que
mandó construir la bajada a la plaza, desde su casa, para no pasar por el lugar
donde habían matado a su hijo, todo falso, ya que la señora había fallecido
cuando ocurrió ese lamentable suceso. A pesar de ello, el artista borjano José
Sanmartín “inmortalizó” la leyenda en la obra que esculpió junto a la llamada “fuente
del hospital”, en la actual plaza de Ntra. Sra. de la Peana.
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