Entre una serie de documentos que nos fueron donados en diciembre de 2020, apareció este plano que tuvimos oportunidad de comentar detenidamente en un artículo publicado en el blog, a comienzos de 2021, dado el interés que tiene, por las razones que vamos a exponer.
Respecto al nomenclátor, apenas hay cambios respecto a los
comentados ayer, dado que son casi contemporáneos, 1853 el de Coello y 1857 éste.
En él aparecen representadas las plazas y calles de la ciudad, sin dedicar
atención a los edificios públicos.
Es curioso, sin embargo, que no se señale la “puerta de San
Jorge”, pero sí la de Zaragoza o que ya se haya dibujado una prolongación de la
calle de las Pelinas que no aparecerá en planos posteriores. En cuanto a las
calles, debemos mencionar a la de San Agustín que era la actual de Goya.
Pero la importancia de este plano, como ya indicamos en su
momento, radica en el hecho de que fue utilizado como borrador para el proyecto
de alineación de calles que, en aquellos momentos, se quería llevar a cabo. Por
ello se trazaron las líneas que hemos señalado con flechas y que vamos a
explicar.
La flecha roja indica la línea de
retranqueo que se pretendía dar a la actual calle de Alfaro Malumbres con el
fin de ensancharla, así como la calle Martín Sierra que es señalada con flecha
verde. Era un auténtico disparate, pero lo sorprendente es que comenzó a
realizarse.
Como ya dimos a conocer en un artículo publicado en Cuadernos
de Estudios Borjanos sobre el urbanismo de nuestra ciudad en el siglo XIX,
fue derribada la casa de la calle Alfaro Malumbres que hacía esquina con la de
Martín Sierra. Era propiedad de la colegiata de Santa María y en ella residía
el canónigo D. Cipriano Aznar, que había sido prior y, tras la desaparición de
la colegiata, párroco de Santa María.
Se conserva el recurso presentado frente
a semejante atropello, argumentando lo absurdo del propósito de ensanchar las
calles del casco antiguo, dado que como señalaba habría que derribarlo por
completo y, si no se hacía, por qué comenzar con una propiedad de la iglesia.
La respuesta era evidente, dado la orientación política de aquella corporación
que, bajo el pretexto de una supuesta mejora, encubría otros objetivos.
Y
así, como se marca con flecha violeta, se propuso el derribo de la antigua
iglesia del convento de agustinos para abrir la calle Nueva. También se llevó a
cabo, privando a Borja de un importante monumento, aunque en este caso las
ventajas urbanísticas eran más evidentes.
Otro
detalle que puede pasar desapercibido es el que aparece marcado con un círculo
rojo. Se trata del edificio que, en la plaza de las Canales, se proyectaba
hacia el centro de la misma, posteriormente derribado de manera que, en la
actualidad, la calle de Tejadas se abre a la plaza, cosa que antes no ocurría.
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