viernes, 10 de marzo de 2023

Una familia de juristas malleneros

         Entre los personajes de nuestra comarca que se incluyen en el nuevo portal de la Real Academia de la Historia, que venimos comentando, aparecen dos hermanos de Mallén, a los que no incluimos en nuestro Diccionario Biográfico, a pesar de su brillante trayectoria. Se trata de D. Miguel y D. Lucas de Jaca y Niño, de los que ofreceremos sus datos biográficos, comenzando hoy por el primero.

         De él, teníamos conocimiento a través de una información publicada por la Asociación Cultural Belsinon, referida a la donación que efectuó de unas reliquias de San Alejandro Mártir al convento de franciscanos de Mallén, para las que, posteriormente, edificó una capilla D. Juan Crisóstomo Zapata, uno de sus herederos. En esa nota se decía que D. Miguel “procedía de Mallén, donde había nacido su padre y su abuelo paterno”. Pero, en todas las biografías de ambos hermanos se les hace naturales de Mallén y bautizados en su iglesia parroquial, aunque no se indica la fecha de nacimiento y se aportan muy escasos datos sobre su biografía.

         Todo ello, puede cambiar, dado que en el Archivo de la familia Zapata que fue donado a nuestro Centro se conservan numerosos documentos de la familia Jaca y Niño, algunos de gran interés, como las cédulas reales de nombramientos, capitulaciones matrimoniales, testamentos y correspondencia privada. Por ejemplo, hemos podido conocer que murió en Mallén, en septiembre de 1707, algo que se ignoraba.

         A la espera de que algún investigador se anime a realizar un estudio detallado de todos ellos, a partir de nuestros documentos, vamos a ofrecer aquí un sucinto resumen de lo que se conoce.


         Inició su formación en el colegio de San Antonio de Sigüenza y, en 1675, pasó al prestigioso Colegio Mayor de San Ildefonso de Alcalá de Henares, donde al finalizar sus estudios desempeñó varias cátedras de Leyes.


         Posteriormente, inició su carrera administrativa como Oidor en la Audiencia de Aragón y, en 1699, fue nombrado Regente del Consejo de Aragón. Desempeñando esos cargos, vino a Borja para llevar a cabo la insaculación de oficios de nuestra ciudad y redactar nuevas ordenanzas, que fueron editadas en Zaragoza, en 1702, de las que tenemos copia en nuestro archivo. Era Justicia D. Juan de Barsoaín y desde Madrid llegó D. Miguel Niño, dando cumplimiento a una cédula de Felipe V, que llevaba fecha de 30 de agosto de 1701, siendo por lo tanto las primeras ordinaciones desde la instauración de la nueva dinastía, de la que los hermanos Jaca y Niño, fueron fervientes partidarios. Ese mismo cometido realizó en las ciudades de Tarazona y Daroca.

         En 1706, Felipe V lo nombró Justicia de Aragón pero, al año siguiente, fue cesado por orden del pretendiente, el archiduque Carlos, debido a su vinculación a la causa borbónica. Como recompensa, el 21 de julio de 1707 fue nombrado Consejero del Consejo de Castilla, un cargo de confianza que apenas pudo disfrutar, pues según las biografías publicadas, falleció “pocos meses después de su designación”, fijando el óbito en septiembre de 1707.

 

         Pero, en nuestro archivo se conserva una copia de su testamento, otorgado en Mallén, donde residía, el 28 de agosto de 1707, encontrándose gravemente enfermo, por lo que es prácticamente imposible que pudiera ejercer su nuevo cargo.

         Estuvo casado con Dª. María Josefa de Pomar y Sentmenat, con la que contrajo matrimonio siendo ya viuda de D. Baltasar de Suelves y Clarmunt. Era hija de D. Martín de Pomar y Foncillas, I marqués de Ariño y de Dª. Josefa de Sentmenat. No tuvieron descendencia y Dª. María Josefa aún tuvo ganas de volver a contraer nuevas nupcias; en este caso con el duque de Montemar D. Jose Francisco Carrillo de Albornoz y Montiel, al que sobrevivió cuatro años, pues murió en 1751, mientras el duque había fallecido en cuatro años antes.

         El testamento de D. Miguel de Jaca y Niño es muy interesante, dado que dispone ser enterrado en la iglesia parroquial de Mallén, “donde están enterrados mis padres y abuelos”. Ordena que se celebren 4.000 misas rezadas por su alma (250 en la parroquia, 250 en el convento franciscano de Mallén y las restantes donde dispongan sus herederos).

         Entre ellos, menciona a tres hermanas: Margarita, Antonia e Isidora, esta última religiosa clarisa en el convento de Tauste; y a sus sobrinos José, Francisco y Miguel Galván Jaca, hijos de su hermana Margarita. No se menciona a su hermano Lucas ya que había fallecido con anterioridad.

         Como “gracia especial” deja a su esposa (mencionándola como marquesa de Ariño) todos sus vienen muebles y alhajas de casa y 1.400 libras jaquesas, que había percibido de ella. 


 

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