Cuando recientemente llamamos la atención sobre las pintadas aparecidas en el entorno de la plaza de San Francisco hubo lectores que nos requirieron para que diéramos a conocer otra que había sido realizada en una de las paredes de ese lamentable espacio surgido, en la calle Mayor, tras el derribo de un edificio de propiedad municipal.
Aquí está la imagen multicolor de la
misma cuyo autor, probablemente, no sea el mismo de los famosos corazones, lo que
resulta preocupante por la proliferación de este tipo de actuaciones vandálicas.
Por el contrario, muy cerca de ella hay
otras, unas recientes y otras más antiguas, cuya autoría es clara. El muchacho
se permite el lujo de pedir que no se toquen, dado que “es historia” y añade máximas
como “Ama, ama y encharca el alma”, que podríamos traducir como “Ama, ama y
ensucia Borja”.
Sin embargo, no es para tomarlo a broma
ya que estamos ante un problema grave que, de no adoptar las medidas precisas
ante lo que es un delito, va ir acrecentándose.
No hay comentarios:
Publicar un comentario