Exposición fotográfica muy especial

 

         Durante su visita al Centro, D. Rafael Zapata López, nacido en Gallur hace 60 años, nos informó sobre un fascinante proyecto que ha llevado a cabo: una exposición fotográfica al alcance de personas con limitaciones en la visión o en la audición.

         El propio Rafael es un ciego-sordo, con una percepción visual limitada al 5 %, a pesar lo cual es un excelente fotógrafo que realiza y trata sus propias imágenes, captadas en lugares tan emblemáticos como el Moncayo o su localidad natal. 

         Pero, como el mismo nos señalaba, la fotografía no termina en el momento de hacer clic en el disparador, sino que, con la ayuda de programas de edición y retoque, resalta los colores y contrastes que sus ojos apenas perciben.

 

         “Entre la realidad y la fantasía de un invidente” fue el proyecto expositivo que llevó a cabo con sus obras, presentándolas en el Centro Cultural que Ibercaja tiene en el Actur, haciéndolo accesible a personas que tienen limitaciones de visión o audición.

 

         Cada fotografía expuesta contaba con un código QR, a través del cual podía accederse a una grabación con una descripción de cada una de ellas. De esa forma, las personas invidentes o con baja visión, podían acercarse al contenido de la imagen y llegar a disfrutar de ella.

 

         Pero ¿Y los sordos? Para ellos había otro código QR (de diferente color) a través del cual se accedía a una descripción escrita. Hay otra posibilidad: personas que son al mismo tiempo ciegas y sordas. En este caso, la aplicación permite, mediante bluetooth, derivar la explicación hacia una tableta on line Braille.

 

         Desconocíamos la existencia de estos dispositivos de enorme utilidad, dado que transmiten la información en lenguaje Braille, con puntos resaltados que pueden ser leídos por medio del contacto táctil.

         Pero, además, nos comentó que, junto a algunas imágenes que reflejaban el otoño, colocaron cestos con hojas secas, lo que permitía un contacto directo con lo reflejado en la imagen e, incluso, la percepción del olor característico.

         Ni que decir tiene que sus fotos nos han cautivado y dedicaremos otro artículo a las que tienen como motivo fundamental a Gallur. Mientras, sólo nos queda destacar la capacidad de este sorprendente fotógrafo para superar sus limitaciones y, especialmente, para hacer partícipes a los demás de sus vivencias.