jueves, 21 de diciembre de 2023

Jugando al gato y al ratón con final triste

 

         El martes, por la tarde, un pequeño ratoncito se aventuró a circular por la plaza de Aguilar, protagonizando un curioso juego que tuvo el lógico y triste final.


         Había en esos momentos en la plaza dos conocidos gatos. El blanco y negro es un simpático animal, que nos acompaña en la Casa de Aguilar muchos días. Suele cazar por los tejados, levantando tejas en busca de nidos, cuando es la época de cría. Pero, ayer, al ver al pequeño ratón comenzó a jugar, persiguiéndolo de uno a otro lado, sin llegar a hacerle daño.

 

         Pero, el otro gato, que reside en la casa contigua a nuestra sede, en la que entra y sale a través de una trampilla que se activa con chip, no fue tan condescendiente y, en cuanto se percató de la presencia del ratón, se lanzó contra él, sin darle posibilidad de huir.

 


         “Bombón”, que así se llama el otro gato, quedó muy sorprendido al quedarse sin su “juguete”, pero nada hizo por disputarle la presa que llevaba en la boca y con la que marchó a su casa, donde debió dar buena cuenta de ella. Ni que decir tiene que, para no herir la sensibilidad de algunos de nuestros lectores, hemos omitido las imágenes más “duras”.


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