Singular novillada en Gallur

         El archivo de la familia Ojeda constituye un fondo inagotable de impresos de gran interés, no sólo relacionados con Borja, sino también con otras localidades de la zona. Hoy queremos dar a conocer un díptico invitación a una novillada celebrada en Gallur, el 7 de julio de 1894.

 

 

         Tuvo lugar en la improvisada plaza que había sido instalada en la fábrica de harinas de D. Pascual Zaldívar, lidiándose dos novillas de la ganadería de D. Clemente Zapata, de Alfaro.

         Quienes actuaron como espadas fueron Miguel Buisán “Valiente”, de Gallur; y Esteban Muñoz “Flamenco”, de Bisimbre. Como sobresalientes figuraban Ramiro Cardiel “Achares” y Dionisio Durango “Visillos”, de Huesca.

         Los banderilleros fueron Mariano Pardo “Circunstancias”, de Tarzona; Crispín Larraz “Currito”, de Gallur; Ángel Pamplona “Templadillo”, de Tarazona; Antonio Navarro “Pitillos”, de Gallur; y Manuel Navarro “Buen mozo”, de Gallur.

         Los picadores, pues la novillada era picada, fueron Joaquín Puyuelo “Herraduras”, de Tabuenca; y Salvador Gracia “Barbián”, de Gallur. Como ocurre en estas corridas de aficionados locales, con improvisados alias, se hacía constar hasta los puntilleros, los monosabios y el alguacil. Francisco Serrano “Salerín”, de Torres de Berrellén; Jerónimo Buisán “Andares”, de Torres de Berrellén; Leonardo Lalaguna “Elijan” y Teodoro Gracia “Panes”, ambos probablemente de Gallur, al igual que el alguacil José Grasa “Corseterín”.

         Completando el elenco, aparecían las presidentas: Trinidad Gutiérrez, Carmen Zaldívar y Dolores Sinués. A pesar del tiempo transcurrido, casi 131 años, es posible que nuestros lectores de Gallur, puedan identificar o relacionar a los protagonistas de esta curiosa novillada, de la que no conocemos más datos.

 

         Lo interesante es que el díptico conservado es una invitación al socio de una entidad que no se detalla. Una de las esquinas está preparada para ser cortada en el momento del acceso a la plaza y se especifica el alcance de la invitación “con el objeto de evitar abusos que en esta clase de espectáculos se suceden”, lo que parece indicar que eran habituales.