El
Servicio Militar obligatorio desapareció hace ya algunos años. Sin embargo, la
fiesta de los “quintos” que tenía lugar con ocasión del tallado de los mozos
continúa celebrándose por parte de los jóvenes, de uno y otro sexo, en el año correspondiente.
Es
un día de convivencia y de diversión que, al margen de las lógicas molestias,
parece razonable. Pero no lo es el hecho de que, amparándose en el grupo, se
ensucien paredes y monumentos.
El
pasado sábado fue la fiesta de los quintos del 2012. Al día siguiente la ciudad
amaneció con pintadas en las calles y en lugares tan significativos como la
fuente de la plaza de España, ya bastante deteriorada por excesos “deportivos”,
o las propias gradas de la Casa
Consistorial. Este proceder es inaceptable y esperamos que el ayuntamiento
adopte las medidas necesarias para eliminar las pintadas e impedir que hechos
como éste se repitan.
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