Hemos
recibido un interesante reportaje realizado por Enrique Lacleta con ocasión de
la fiesta de la Virgen de Misericordia, el pasado día 15 de agosto, del que
damos a conocer algunas de ellas, dada su belleza.
Impulsadas
por la Asociación de Vecinos del Santuario de Misericordia, con el apoyo del M.
I. Ayuntamiento de la ciudad, estas fiestas han cobrado especial importancia
durante los últimos años.
El
eje central de las mismas es el día de la Asunción en el que también se
conmemora esta advocación mariana, conocida como “Virgen de Misericordia”,
venerada en este hermoso lugar al que fue llevada, en el siglo XV, desde la
colegiata de Santa María. En su origen fue una imagen románica, posible titular
de ese templo borjano. Modificada en el siglo XVII y posteriormente en el XX,
es muy probable que la actual imagen conserve muy pocos elementos de la
original. Sin embargo, continúa viva la devoción a la misma que tiene su
expresión este día.
Vestida
con uno de sus antiguos mantos, la imagen fue llevada hasta la plaza. Las
elevadas temperaturas y el fuerte sol de aquel momento justifican algunas
“licencias” que se advierten en la imagen y que pueden sorprender a
determinados lectores.
La Virgen iba precedida
por personas que portaban ramos de flores para la ofrenda que tuvo lugar después
de la celebración de la Santa Misa por el párroco de Borja D.
Florencio Garcés, a la que asistieron a la misma las primeras autoridades de la
ciudad.
Al regresar a su templo, fue depositada sobre el altar,
antes de retornar a su emplazamiento habitual, con el fin de que pudiera ser
venerada por los devotos. En el interior del Santuario, Carmen Ballesta cantó
una hermosa jota cargada de emoción.
Finalmente, hubo una comida compartida en la plaza del
Santuario, mientras en otras zonas, los visitantes llegados desde otros lugares
daban buena cuenta de los tradicionales “ranchos”.
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