El
pasado año, por estas fechas, éste era el aspecto que presentaba el Santuario
de Misericordia, muy diferente del que ahora ofrece. La ausencia de
precipitaciones está caracterizando el inicio del año, aunque hay que tener en
cuenta que 2018 fue uno de los más lluviosos registrados, con un total de 601
litros caídos, muy por encima de los 508 que hubo en 2014, como nos ha
informado D. Mariano Irache Cabañero que viene dedicando especial atención a
esta cuestión desde hace algún tiempo.
Las
precipitaciones registradas por él en cada mes son las siguientes: Enero: 47
litros; febrero: 35; marzo: 45; abril: 162; mayo: 55; junio: 93; julio: 13;
agosto: 18; septiembre: 41; octubre: 43; noviembre: 35 y diciembre: 13.
Como
puede verse los 162 litros que cayeron en abril, hicieron bueno el refrán de “En
abril, aguas mil”, siendo también llamativa la cifra de junio (93 litros). No
obstante, ya en diciembre hay un descenso significativo de precipitaciones que
se ha acentuado en este mes de enero de 2019.
Ojalá
que la nieve vuelva a hacer acto de presencia en nuestros tejados (a pesar de
las transitorias molestias que siempre ocasiona) y sobre todo en los montes
próximos, algo imprescindible para alimentar los acuíferos que nutren las
fuentes de las que procede el agua de riego.
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