Ayer,
15 de enero de 2019, S. S. el Papa Francisco recibió en audiencia al cardenal
Giovanni Angelo Becciu, Prefecto de la Congregación para las Causas de los
Santos y firmó varios decretos, entre los que se encontraba el reconocimiento
del martirio de la Madre María del Carmen Lacaba y 13 compañeras religiosas concepcionistas
franciscanas, asesinadas por odio a la fe en 1936, en Madrid, por lo que ya se
puede proceder a su beatificación.
Los medios de
comunicación se hicieron eco inmediatamente de la noticia que, para nosotros, tiene
especial relevancia, dado de que la Madre María del Carmen Lacaba es natural de
nuestra ciudad, por lo que va a convertirse en el primer caso de beatificación
de una persona nacida en Borja, aunque está muy avanzado otro proceso de un
religioso escolapio del que informaremos en su momento.
La Madre María Isabel
del Carmen Lacaba Andía nació en Borja el 3 de noviembre de 1882. Era hija de María Andía Cerico, natural de
Trasmoz y del borjano Juan Lacaba Arilla, un humilde agricultor. Fiel a su
vocación religiosa, ingresó en el convento concepcionista de San José, situado
en la calle Sagasti de la capital de España, el 3 de noviembre de 1902. Elegida
superiora de la comunidad en 1935, tuvo que padecer la persecución religiosa de
aquellos terribles momentos, acrecentada en julio de 1936, cuando tuvieron que
abandonar el convento (lo habían hecho anteriormente, en varias ocasiones) y
refugiarse en un piso de la calle Manuel Silvela. Ante la gravedad de la
situación, la comunidad se dispersó. La Madre Isabel pudo salvarse, pero
decidió permanecer con las religiosas más ancianas, una de ellas inválida. De
allí fueron sacadas, con extrema violencia, en la tarde del 7 de noviembre de
1936, por milicianos armados y asesinadas, poco después, en una plaza de
Madrid.
Según
acabamos de conocer, a través de sus familiares que residen en Borja, la ceremonia
de beatificación tendrá lugar en la capital de España el próximo 1 de junio,
con la solemnidad acostumbrada. A estos actos suele acudir una delegación oficial
de los municipios de los que proceden los nuevos beatos, al igual que acuden a
Roma cuando se produce la canonización. Dada la trascendencia de este
acontecimiento, esperamos estar presentes en el acto, acompañando a su familia
y a los numerosos borjanos que, sin duda, se desplazarán a Madrid.
Por
otra parte, suele ser habitual conmemorar este hecho extraordinario con
detalles relevantes, como la colocación de una placa en la casa donde nació la
nueva beata que aún se conserva y, por supuesto, colocando un lienzo con su
imagen en uno de los templos borjanos, donde ya podrá recibir culto, de acuerdo
con las normas establecidas para el caso de los beatos, en los que queda
restringido a los lugares en los que tuvieron especial arraigo y ser
mencionados en el canon de las Misas que aquí se celebren. En otros lugares se
les dedica una calle y, de hecho, en Madrid existe una con el nombre de “Mártires
Concepcionistas” que la actual alcaldesa ha querido eliminar, aunque no sabemos
si llegó a consumar este despropósito.
Al difundir
esta noticia tan importante, nos sumamos a la alegría de su familia y también a
los de todas las religiosas concepcionistas franciscanas, especialmente a la
comunidad de Borja, en cuya iglesia fundó la Congregación Mariana el P. Pablo
Bori, S. J. otro mártir beatificado, especialmente relacionado con nuestra
ciudad, aunque no había nacido aquí, al que apenas recuerda nadie, al igual que
al beato Antonio Lasa que residió en nuestra ciudad donde sigue teniendo
familiares.
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