Dª.
Pilar Pasamar Madrid ha tenido la amabilidad de mostrarnos algunos recuerdos
que conserva de su tía la Madre Isabel Lacaba Andía, que será beatificada el
próximo 22 de junio en la catedral de la Almudena. Entre ellos destaca esta
imagen del Niño Jesús.
De
bella factura, era el Niño que la nueva beata tenía en su celda del convento de
Madrid, del que tuvo que salir para ser, poco después, martirizada. Cuando al
término de la guerra las religiosas supervivientes regresaron al convento,
encontraron la imagen que entregaron a una hermana de la mártir sor María
Lacaba Andía, religiosa carmelita.
La
Madre Lacaba tuvo 5 hermanos: Miguel, Eusebio, Raimundo, Simeona y la citada
María. Esta última entró como hermana lega en el convento del Amor
misericordioso y de la Madre de Dios de carmelitas de la antigua observancia en
Piedrahita (Ávila), el cual subsiste todavía. Allí desempeñó las tareas de
cocinera. En la fotografía es la que está situada a la derecha de la imagen,
con velo blanco, color que, entonces, distinguía a las legas de las profesas, las
cuales visten velo negro.
Otro
curioso recuerdo es esta estampa que la propia mártir envió a su madre María
Andía. En ella, había bordado a mano el hábito de las concepcionistas sobre la
imagen de la figura femenina arrodillada que, como una premonición está
recibiendo la Cruz de Jesucristo.
Pilar
Pasamar hizo entrega también al convento de Concepcionistas de Borja del “Kempis”
que utilizaba la Madre Isabel. Se trata de la conocida obra Imitación de Cristo, escrita por Tomás
de Kempis (1380-1471) que alcanzó una enorme difusión en todo el mundo, hasta
el punto de ser considerado el libro católico más editado después de la Biblia
y que ha sido utilizado, como fuente de meditación, hasta nuestros días.
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