Al
amanecer del jueves 30 de enero vimos, por vez primera este año, a la pareja de
cigüeñas que habitualmente ocupa el nido de la torre del reloj de Santa María.
En este caso, sí hicieron bueno el dicho de “Por San Blas, las cigüeñas verás”.
Ayer
volvimos a fotografiarlas, desde otra perspectiva, aunque la niebla que reinaba
en esos momentos, no nos permitió conseguir unas imágenes nítidas. Pero, al
menos, dejamos constancia de que ya están, de nuevo, entre nosotros. Lo que no
sabemos es si han llegado también las de la iglesia de Santo Domingo.
Intentaremos averiguarlo.
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