jueves, 24 de octubre de 2019

Recorrido por la Peña de las Armas


         Cuando el grupo de naturalistas que cada mes recorren distintos lugares de nuestra zona están a punto de emprender una nueva aventura, damos cuenta aquí de la épica ascensión realizada, a comienzos de octubre, a la Peña de las Armas de Tabuenca. Nos había enviado la información y las fotos D. Manuel García Cebrián hace ya días, pero por diversas circunstancias no hemos podido publicarlas hasta ahora.





         La excursión no estuvo exenta de dificultades, dado que se trataba de un recorrido circular de 18 kilómetros y 377 metros de desnivel que partió de Tabuenca, para finalizar en esta localidad.





         En ella participaron algunas avezadas alpinistas pero, también, otras personas de cierta edad que, siguiendo los pasos de las anteriores, lograron culminar la ascensión.





         La mayoría de los que habían partido del parque de San Francisco de Borja lograron coronar la cima, sucediéndose las manifestaciones de júbilo por parte de los protagonistas de la escalada.





         El descenso, mucho más fácil, se efectuó por el barranco del Diablo, visitando “La Cueva”, perfectamente señalizada, al igual que otros lugares de ese término.





         En la Fuente del Cerezo, muy bien acondicionada, pudieron aliviar sus quebrantados pies, mientras los buitres sobrevolaban la zona a la espera del definitivo desfallecimiento de algún naturalista.




         Aunque el objetivo fundamental de estos recorridos es eminentemente botánico, también se presta atención a otros aspectos como el de la arquitectura popular de estas antiguas construcciones ganaderas, hoy abandonadas, construidas con las características lajas de arenisca roja de Tabuenca.





         O la ermita de Santa Bárbara, a la que recientemente nos referíamos, dado que es la única que no ha sido restaurada de las cuatro que existieron en Tabuenca. El que sí ha sido objeto de rehabilitación, por parte de la Asociación Cultural Villardajos, ha sido el contiguo pilar dedicado a la Santa o el de San Miguel, por el que también pasaron.




         Al finalizar, el tradicional aperitivo en el que, en esta ocasión, pudieron degustar un excelente bizcocho, ayudó a reparar las menguadas fuerzas de los expedicionarios.





         Atrás quedaban las espléndidas vistas que se divisan desde la cima de la peña: las peñas de Herrera, Borja y la sierra de Guara al fondo, así como las numerosas fotografías realizadas de diferentes especies botánicas que pudieron observar.



         Entre ellas nos ha llamado la atención este gran ejemplar de Calvatia gigantea, conocido popularmente como “Pedo de lobo”.




         O las plantas de Leucea conífera, de las que si se desprenden algunas brácteas parecen una cuchara, como se aprecia muy bien sobre esa mano. De ahi su nombre vulgar de “Cuchara de pastor”.

         Pero, para los que quieran aprender mucho de la Botánica de esta zona, les aconsejamos entre en el blog de D. Manuel García Cebrián, en el que, junto a cada fotografía se ofrecen las características más destacadas de cada una de las plantas que vieron.

        

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