Cuando
el grupo de naturalistas que cada mes recorren distintos lugares de nuestra
zona están a punto de emprender una nueva aventura, damos cuenta aquí de la
épica ascensión realizada, a comienzos de octubre, a la Peña de las Armas de
Tabuenca. Nos había enviado la información y las fotos D. Manuel García Cebrián
hace ya días, pero por diversas circunstancias no hemos podido publicarlas
hasta ahora.
La
excursión no estuvo exenta de dificultades, dado que se trataba de un recorrido
circular de 18 kilómetros y 377 metros de desnivel que partió de Tabuenca, para
finalizar en esta localidad.
En
ella participaron algunas avezadas alpinistas pero, también, otras personas de
cierta edad que, siguiendo los pasos de las anteriores, lograron culminar la
ascensión.
La
mayoría de los que habían partido del parque de San Francisco de Borja lograron
coronar la cima, sucediéndose las manifestaciones de júbilo por parte de los
protagonistas de la escalada.
El
descenso, mucho más fácil, se efectuó por el barranco del Diablo, visitando “La
Cueva”, perfectamente señalizada, al igual que otros lugares de ese término.
En la
Fuente del Cerezo, muy bien acondicionada, pudieron aliviar sus quebrantados
pies, mientras los buitres sobrevolaban la zona a la espera del definitivo
desfallecimiento de algún naturalista.
Aunque
el objetivo fundamental de estos recorridos es eminentemente botánico, también
se presta atención a otros aspectos como el de la arquitectura popular de estas
antiguas construcciones ganaderas, hoy abandonadas, construidas con las características
lajas de arenisca roja de Tabuenca.
O la
ermita de Santa Bárbara, a la que recientemente nos referíamos, dado que es la
única que no ha sido restaurada de las cuatro que existieron en Tabuenca. El
que sí ha sido objeto de rehabilitación, por parte de la Asociación Cultural
Villardajos, ha sido el contiguo pilar dedicado a la Santa o el de San Miguel,
por el que también pasaron.
Al finalizar,
el tradicional aperitivo en el que, en esta ocasión, pudieron degustar un
excelente bizcocho, ayudó a reparar las menguadas fuerzas de los
expedicionarios.
Atrás
quedaban las espléndidas vistas que se divisan desde la cima de la peña: las
peñas de Herrera, Borja y la sierra de Guara al fondo, así como las numerosas
fotografías realizadas de diferentes especies botánicas que pudieron observar.
Entre
ellas nos ha llamado la atención este gran ejemplar de Calvatia gigantea, conocido popularmente como “Pedo de lobo”.
O las
plantas de Leucea conífera, de las que
si se desprenden algunas brácteas parecen una cuchara, como se aprecia muy bien
sobre esa mano. De ahi su nombre vulgar de “Cuchara de pastor”.
Pero,
para los que quieran aprender mucho de la Botánica de esta zona, les
aconsejamos entre en el blog de D. Manuel García Cebrián, en el que, junto a
cada fotografía se ofrecen las características más destacadas de cada una de
las plantas que vieron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario