lunes, 21 de octubre de 2019

Completando la colección de obras de García Bacca LXXXVII


         En los últimos días hemos conseguido varias obras relacionadas con Juan David García Bacca. Corresponden a autores que, en mayor o menor medida, citan al ilustre filósofo. Este es el caso de Las culturas fracasadas. El talento y la estupidez de las sociedades, del Prof. D. José Antonio Marina, en el que reflexiona de forma muy amena sobre las razones por las que las sociedades toman decisiones que llevan a su destrucción y, en definitiva sobre la relación entre el individuo y la sociedad. Uno de sus apartados está dedicado al orden externo y la Cultura, afirmando que las instituciones son un ejemplo de inteligencia social objetivada. “la familia, el Estado, el Derecho, los sistemas educativos etc. son herramientas sociales. Se parecen al teléfono móvil, a internet, al motor de explosión, porque todos concentran gigantescas sumas de conocimientos”, Y es aquí cuando cita a García Bacca “uno de los pocos metafísicos admiradores de la técnica”, porque para él “un motor de explosión es un tratado material de lógica”.




         Los maestros de la sospecha. Marx, Nietzche, Freud, es una obra del Prof. D. Francesc Torralba, publicada por Fragmenta Editorial en 2013, en la que expone con claridad y rigor la aportación de cada una de esos tres autores a la crítica de la religión y de la antropología vigentes. Para él, nada volverá a ser pensado de la misma forma ni nadie quedará impune tras pasar por los que denomina “los maestros de la sospecha”. Afirma que el hombre se encuentra en medio de un campo de batalla entre cosmovisiones distintas y en algunos aspectos enfrentadas las unas con las otras. Es aquí donde hace referencia a la Antropología filosófica del siglo XX, de García Bacca, señalando que, para nuestro autor, el hombre ha pasado de ser un tema a ser un problema en el siglo XX, no por una casualidad histórica, sino como consecuencia de una crítica radical a los antiguos planteamientos.




         Muy diferente es el caso de Cuba: Hablo contigo, sigo hablando contigo, de José Manuel Castañón, un singular personaje, nacido en Pola de Lena que combatió en el bando republicano y después en la División Azul: “he sido voluntario de dos guerras y en las dos de la parte que no tenía razón”, afirmaba sorprendentemente. Licenciado en Derecho por la Universidad de Oviedo, terminó siendo encarcelado y, en 1958, se exilió en Venezuela, de donde no regresó hasta 1977. Durante su etapa venezolana, escribió numerosas obras literarias. Publicó después dos libros dedicados a Cuba, país que visitó en varias ocasiones y de cuyo régimen se convirtió en ardiente defensor. En este segundo alegato de su amor por la isla que estamos comentando cita reiteradamente a “el sabio García Bacca” cuyo Humanismo teórico, práctico y positivo según Marx, “debieran leer todos los conservadores para evolucionar más en espíritu”. Dedica a nuestro autor todo un apartado, titulado “Valiente don Juan David García Bacca”. Buena parte de su admiración hacia García Bacca proviene de la lectura de la recopilación de Ensayos que, con prólogo de Florentino Martino se publicó en 1970 y que, a su regreso a España, le regaló su amigo Luis Torre. Sus encendidos elogios al trabajo de nuestro autor merecen ser leídos.

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