jueves, 12 de mayo de 2022

Recordando a un tilo monumental

 

         Desde el llamado “Edificio Imperial” se pueden contemplar unas hermosas vistas de nuestra ciudad. Pudimos comprobarlo durante las pasadas fiestas al visitar uno de sus pisos. A pesar de la lluvia que caía intermitentemente captamos esta espléndida visión del convento de la Concepción en primer plano, con el arco de la Carrera al fondo, las torres de Santa María y la mole del castillo, así como otros muchos detalles del casco urbano.



         Pero nuestra atención se centró en la huerta del convento, reconvertida en jardín, con su invernadero y sus cuidados andenes, en el centro del cual pudimos observar un bando en semicírculo rodeando el espacio en el que crecía uno de los más importantes árboles monumentales de nuestra ciudad.



        Era el llamado “tilo de las monjas” al que Alonso de Ojeda dedicó un artículo en el nº 91-91 del Boletín Informativo del Centro, en el que afirmaba que el perímetro de su tronco a un metro de altura era de 220 cm. El diámetro de la copa, en esos momentos, era de 14 metros y su altura aproximada de 11,50.

         La primera de estas dos fotos es de José Luis Garde que pudo retratarlo cuando se habían iniciado las obras del jardín. La otra es anterior, de Foto Marvic, en el que se ve el tilo cubierto por la escarcha en una dura mañana de invierno.


        El caso es que la conversión de la huerta en jardín le afectó muy negativamente, quizás por quedar “encajonado” en ese cerco de cemento que le rodeó. Esta foto fue realizada poco después de la “inauguración del jardín y en ella se aprecia que, mientras el resto de los árboles ha movido, el tilo da la impresión de estar seco y finalmente fue talado. Una gran pérdida.





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