Como habíamos anunciado, la ermita de San Jorge congregó ayer a un importante grupo de personas para participar en los actos que allí tienen lugar, en la fiesta de su titular. El buen tiempo acompañó, haciendo muy agradable el paseo hasta el cabezo en el que se levanta este templo que, como todos conocen, es un interesante monumento medieval que, sin embargo, no goza de protección oficial, algo que debería intentarse, al menos como “Bien Catalogado” del Patrimonio Cultural Aragonés.
En el interior de la ermita se celebró
la Eucaristía, presidida por el capellán de Santa Clara y vicario parroquial D.
José Miguel Pallás Aragón. Junto con las personas que llenaban la nave, estaba
presente una representación de la corporación municipal.
Posteriormente, se procedió a la bendición
de los términos, desde los cuatro puntos cardinales, en torno a la ermita. En
Borja, este acto tiene lugar habitualmente este día, coincidiendo con el Día de
San Jorge. Lejos queda aquella remota época en la que se verificaba en el monte
de la Corona, junto al pilar que allí existía y que desapareció hace mucho
tiempo.
Desde la ermita se divisa una hermosa vista de la ciudad y
está rodeada de un pequeño parque forestal que cuenta con instalaciones para
niños, de las que algunos hicieron uso ayer, mientras los mayores degustaban
las raciones de roscón que se repartieron al finalizar los actos.
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