Cuando recientemente dimos cuenta de la visita a la Casa de Aguilar de Rafael Barrera Altamirano, acompañado por su esposa Shira Sol Arévalo Gordón, comentamos que era hijo del Dr. Alfonso Barrera Valverde (1929-2013), destacado diplomático ecuatoriano, que fue embajador en España y Ministro de Asuntos Exteriores de aquella República. Pero, junto con su formación en Derecho, destacó como poeta y novelista.
Ahora, acabamos de recibir dos de sus
obras que nuestro ilustre visitante ha tenido la amabilidad de remitirnos. La
primera de ellas lleva por título Dos muertes en una vida. Crónica de
sueños. Fue publicada en 1971, habiendo sido reeditada en varias ocasiones,
mereciendo su inclusión en “Joyas literarias del Ecuador” y en “Grandes Autores
Ecuatorianos”.
A pesar que no supera las 100 páginas,
constituye una profunda reflexión sobre la soledad existencial, a través de su
protagonista, Juan, que de desplaza a Quito para estudiar en la universidad y
muere en el transcurso de una manifestación política.
La otra es el poemario Tiempo
Secreto, editado en 2011 por la Universidad Alfredo Pérez Guerrero de
Quito. No es la única obra de Poesía del que ha sido considerado “El más alto
poeta de la nueva generación ecuatoriana” o “uno de los poetas esenciales de esta
parte del mundo”.
“Tiempo secreto”; “La herencia”; “Testimonio”;
“Odas, elegías, vestigios y vísperas”; “Poemas para canciones” y “Memoria
colectiva”, son los apartados que incluyen una amplia serie de composiciones
intimistas en las que, como señala Eduardo Villacís, “el gorrión urbano y las
migraciones, la carreta caída y el alegato por la paz, mantienen en alto, por
igual, la voz del hombre, sus sueños, una inquebrantable solidaridad con el
amor y con el dolor del mundo”.
Agradecemos a Rafael Barrera Altamirano
el envío de estas obras que nos han permitido descubrir la obra literaria de
ese gran autor en lengua castellana que fue su padre.
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