En Fréscano, la noche del Sábado Santo jóvenes y mayores recorren las calles de la localidad para adornar con ramas de laurel puertas y ventanas, levantando al mismo tiempo arcos con las mismas ramas.
Antaño, era la ofrenda que los mozos dedicaban a las mozas por las que estaban interesados, colocando ramas y también flores en sus ventanas, para que las encontraran al amanecer del Domingo de Resurrección.
Ahora, aunque también se colocan ramas
en las casas, lo que destaca son los arcos situados en los lugares por los que
pasa la procesión que parte desde la ermita de Nuestra Señora de la Huerta, en
las primeras horas del domingo de Pascua.
De allí parte, la imagen titular de la
misma, conocida como “Virgen de los Caramelos” por las ristras de esos dulces
con las que se decoran su peana. Esta hermosa imagen no se encuentra
habitualmente en la ermita, por motivos de seguridad, y sólo se lleva allí ese
día para participar en la procesión.
El laurel es una planta especialmente
asociada a Fréscano. Por ello aparece en el mural que Hugo Casanova pintó, dentro
del plan de la comarca de Campo de Borja, como nos recuerda Dª. Eva Frago que
es quien nos ha recordado esta tradición, enviando las imágenes que ilustran
este artículo.
También aparece el laurel, en su escudo
municipal, en forma de una rama que porta en su pico una cigüeña. Algún día
tendremos que contar la historia de estos escudos, encargados por los diferentes
ayuntamientos a unos supuestos expertos. En el caso de Fréscano, como nos
relató entonces su Alcalde, las razones esgrimidas para utilizar las figuras
que aparecen en el escudo eran, cuando menos, hilarantes.
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