sábado, 8 de diciembre de 2012

El Patrimonio Artístico de Añón




            Añón es una localidad de la comarca de Tarazona y el Moncayo que se encuentra ubicada en la cabecera alta del valle del Huecha.
            Perteneció a la Orden del Temple y, tras la extinción de la misma pasó a poder de la Orden de San Juan de Jerusalén, constituyendo la encomienda de Añón-Talamantes.






Uno de los alicientes de este municipio es la belleza de su emplazamiento y lugares tan atractivos como las cuevas del Rey, pero aquí nos centraremos en su patrimonio arquitectónico.






            Entre sus monumentos destaca la iglesia parroquial de la Asunción de Nuestra Señora. El templo actual es fruto de varias transformaciones realizadas en el transcurso de su historia. Inicialmente hubo una iglesia románica, edificada en el siglo XIII, de la que se conserva una parte del muro sur donde se abre la antigua portada.





Presenta cinco arquivoltas que apoyan en pilares rectos con capiteles decorados. Los tres originales que se conservan presentan una decoración realizada con elementos vegetales y aves. Hay otros sin decoración que corresponden a una restauración reciente en la que fueron reemplazados los primitivos capiteles muy deteriorados.





En ese mismo muro se encuentra otra portada románica, en arco de medio punto, más sencilla, con doble arquería sobre impostas y jambas cuya finalidad no ha sido establecida, pues no es frecuente la existencia de dos puertas de acceso tan próximas.       
            En la actualidad, la iglesia es de una sola nave, dividida en seis tramos que se cubren con bóveda de lunetos que descansa en arcos apuntados de piedra. No es la original, pues la primitiva debió ser  una cubierta de madera sobre arcos fajones apuntados.
 
 
 
El presbiterio tiene una estructura poligonal con cubierta de crucería sencilla, de época gótica. En el lado norte se abre una capilla, construida a mediados del siglo XVII, con una cúpula rebajada sobre pechinas. Entre los contrafuertes de los muros se abren varias capillas de escasa profundidad.
 
 
             Son muy interesantes el conjunto de retablos, la mayoría de época barroca, aunque también se conserva uno del siglo XVI.
            Se conserva la parte inferior de la torre, correspondiente a la época de construcción del primitivo templo. Sobre ella se levantó un cuerpo posterior en ladrillo que ha desaparecido.
 
 
            Al pie de la población, junto al cauce del río Huecha, se encuentran los restos de la antigua ermita de San Juan Bautista. Esta advocación viene justificada porque la población perteneció, durante siglos, a la Orden de San Juan de Jerusalén.
 
 
 
 
            Arruinada desde hacía mucho tiempo, en 2006, sus restos cubiertos por la hiedra fueron limpiados, pudiendo apreciarse, en la actualidad, las características fundamentales que tuvo el monumento, aunque la retirada de los escombros amenaza la supervivencia de los muros conservados que son de mampostería de cantos rodados trabados con argamasa. Se trataba de un templo románico de planta única con ábside semicircular que pudo cubrirse con bóveda de medio punto sobre arcos fajones que puede ser datado en la primera mitad del siglo XIII.

 
 
            En el muro sur se abría la portada de acceso de la que se conservan la parte inferior de los fustes de las columnas que la flanqueaban. No tenía torre, sino una espadaña en el hastial que, todavía, se aprecia.
 
 
 
            El castillo es uno de los  mejor conservados de la zona. Edificado en mampostería, con sillares en sus esquinas, es de planta cuadrangular, con torreones rectangulares en sus extremos, más otro situado en el muro norte que cobija a la puerta de entrada.
 
Tiene ésta una disposición en ángulo diseñada para facilitar la defensa. Tras atravesar el arco de medio punto de la primera puerta que todavía conserva las gorroneras y el hueco para la tranca o viga de madera que la reforzaba, se accede a un espacio cuadrangular en el que, formando ángulo recto con la anterior, se abre otra también de medio punto, seguido de otro rebajado, desde el que se accede al gran patio de armas por medio de un magnífico arco apuntado de sillares bien trabajados.
 
            En la actualidad, el castillo está distribuido en viviendas y una de ellas ha sido adaptada como Casa Rural. Recientemente, dimos cuenta en este blog de alguno de los hallazgos realizados durante las obras.
 
            Apoyados en el castillo y en la iglesia parroquial se conservan varios tramos de las antiguas murallas, realizadas con los mismos materiales que ambos edificios. También pueden verse algunos de los torreones que las flanqueaban, de trecho en trecho. De ellos, el contiguo a la iglesia es utilizado, actualmente, como vivienda. Sin lugar a dudas, es uno de los conjuntos de arquitectura militar más importantes y mejor conservados de la zona. A pesar de las pérdidas sufridas, entre ellas la de una de las puertas de acceso a la población, la llamada “Puerta Alta” que fue destruida a mediados del siglo XX.
 
 
Afortunadamente, se mantiene la puerta de la Virgen del Río, con un arco apuntado, recientemente restaurado, por la que se accede al paseo que conduce a las cuevas antes citadas, próximo a las cuales se puede contemplar un puente medieval.
 
 
            En Añón se encuentra uno de los tres centros de interpretación del Parque Natural del Moncayo. Instalado en los bajos de un edificio, dispone de una amplia sala en la que, en forma de diorama se muestran los recursos y aprovechamientos naturales del parque.

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