El
pasado fin de semana, el Presidente del Centro se desplazó hasta Asturias,
acompañado por D. Leandro Galindo Escolano, para evaluar las candidaturas
presentadas a los Premios Unión Europea/Europa Nostra. Era el último viaje
programado, con este objetivo, en su condición de miembro de la Junta Directiva
de Hispania Nostra.
El
viernes día 28, visitaron en Gijón la rehabilitación de la llamada “Casa
Rosada”, un bello edificio racionalista, proyectado en 1943 por el arquitecto
Pedro Cabello como sede de un centro de atención materno-infantil, impulsado
por uno de los pioneros en este campo, el Dr. D. Avelino González.
El
edificio ha sido rehabilitado ahora, por encargo del Excmo. Ayuntamiento de Gijón
para acoger a diversas dependencias municipales. Los trabajos han sido
dirigidos por los arquitectos D. Macario González y D. Rogelio Ruiz, unos
expertos en rehabilitación que cuentan con una dilatada experiencia en diversos
países europeos y cuyas actuaciones han recibido diversos galardones. El
Presidente del Centro pudo comprobar el cuidado con el que se ha actuado en
esta ocasión para lograr la salvación de un edificio emblemático. El trabajo no
se ha circunscrito al aspecto externo del monumento, sino que ha sabido
conservar la mayor parte de los elementos que constituían la decoración
interior, entre ellos la pintura de algunas de sus salas o los murales de
azulejería que existían en otras zonas. Detalles como la carpintería, la
iluminación o los servicios, han sido tratados con especial cuidado hasta
lograr un resultado verdaderamente ejemplar.
El
sábado día 22, visitaron en la localidad de Santibáñez de la Fuente,
perteneciente al concejo de Aller, la iglesia de San Juan que acaba de ser rehabilitada.
Durante el recorrido
estuvieron acompañados por el arquitecto director de los trabajos D. Manuel
García García, el joven párroco de la localidad, D. Marcos Cuervo Martínez, y la arquitecta de la Dirección
General de Patrimonio Cultural del Principado Dª María Milagrosa Hernández
Cabrera.
El templo que es Bien
de Interés Cultural está enclavado en un bello paraje natural. Sobre un
profundo cortado cuyo desplazamiento puso en peligro la supervivencia del
monumento. En su recuperación ha intervenido un amplio equipo multidisciplinar
cuyo mayor mérito ha sido resolver los problemas planteados con rigor y la
máxima discreción, sin que se note la actuación.
Junto
a la iglesia se alza un hermoso tejo con una altura superior a los 20 metros y
más de 500 años de antigüedad que, también, está declarado monumento natural,
el cual ha sido tratado, con especial cuidado, durante los trabajos de
restauración del templo.
En
resumen, podemos afirmar que la visita a Asturias ha merecido la pena por la
posibilidad de conocer unas obras de gran interés pero, sobre todo, por haber
podido compartir esos momentos con unas personas de gran calidad humana y
profesional.
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