El 11 de abril de 1706
la milicia enviada por Borja se unió en Barbastro a las tropas para defender a
Felipe V.
El 11 de abril de 1907
fue bautizado en la parroquia de Santa María de Borja D. Mariano Aguarón. Estudió en Zaragoza con el maestro Ochoa,
llegando a ser un destacado barítono. La Vanguardia se hacía eco del gran
triunfo obtenido por él durante las fiestas del Pilar de 1934. También fueron
memorables sus actuaciones en la colegiata de Santa María de Borja en diversas
ocasiones.
El 11 de abril de 1871 nació en Borja el hermano Miguel Isidro
Alejaldre Lardiés S. J. Su padre era un modesto zapatero y tanto él como su
esposa profundamente religiosos. Isidro fue el único hijo del matrimonio,
nacido cuando sus progenitores tenían ya cierta edad, por lo que fue recibido
con la natural alegría. Nada más efectuar la Primera Comunión ingresó en la
Congregación Mariana, donde fue un auténtico ejemplo de virtud para todos sus
compañeros. Ejercía como sacristán en el convento de la Concepción y allí se
retiraba a orar en un pequeño habitáculo situado tras el retablo mayor.
Para nadie fue una
sorpresa que, en 1889, manifestara su deseo de ingresar en la Compañía de
Jesús, algo hacia lo que se mostraron reticentes sus superiores, dado que sus
padres tenían 80 y 70 años, respectivamente. Tras el fallecimiento de su padre
en 1893, una familia borjana se hizo cargo de la madre y el joven pudo ver
cumplidas sus aspiraciones, ingresando en Veruela como hermano coadjutor. Un
mes y medio después fue enviado a Gandía, donde emitió sus primeros votos el 1
de octubre de 1895, siendo destinado en el verano de 1896 al colegio de Sarriá
en Barcelona, donde permaneció durante 37 años. Durante ese tiempo fue un
modelo para todos los que le conocieron que fueron muchos, dado que ejercía
como portero del colegio. En 1928 fue destinado a la Casa de Ejercicios que se
acababa de fundar, próxima al colegio. Allí le sorprendió la disolución de la Compañía
de Jesús, decretada por el gobierno de la II República y la incautación de
todos sus bienes. El hermano Alejandre, en compañía de un padre ya anciano,
pasó a residir en una pequeña casa, desde la que continuó realizando labores
pastorales. A comienzos de 1934 contrajo una gripe que fue empeorando hasta
provocarle el fallecimiento el 11 de abril de ese año. Su fama de santidad se
extendió rápidamente y fueron numerosos los supuestos milagros obrados por su
intercesión. En 1936 fue publicada su biografía, que se conserva en nuestro
Centro, pero las difíciles circunstancias por las que atravesó España no
hicieron posible la incoación de su proceso de beatificación, como deseaban
muchos de sus coetáneos.
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