La
Institución “Fernando el Católico” nos ha remitido las últimas publicaciones
editadas, a las que haremos referencia en sucesivas entregas. Comenzamos con la
obra Toponimia de Luna y sus aldeas
(siglos XI-XIX), de la que es autor Juan Ignacio Sáez Castán. Licenciado en
Geografía e Historia por la universidad de Alicante, ha ejercido como maestro
durante 13 cursos en el colegio de Luna y, durante ese tiempo ha investigado en
el Archivo Municipal de la localidad y en el de Protocolos Notariales de Ejea
de los Caballeros. Fruto de ese trabajo es esta recopilación de topónimos
referidos a Luna y sus aldeas que presenta en las 362 páginas del libro, no
como un estudio lingüístico, sino con el propósito de preserva ese legado que
se encuentra en inminente peligro de ser olvidado, como consecuencia del
abandono del medio rural.
La (s) casa (s) en la Edad Moderna
ofrece una amplia selección de trabajos realizados por el grupo de trabajo que
coordina la Dra. Dª Elena Díez Jorge, profesora de Historia del Arte en la
Universidad de Granada, referidos a un espacio de tiempo comprendido entre los
siglos XVI y XVIII y a diferentes ámbitos geográficos y culturales. Por lo que
respecta a Aragón, la Profª Dª María Isabel Álvaro Zamora trata sobre “Las
casas de los mudéjares y de los moriscos”, con una única referencia a Borja, al
citar el número de moriscos expulsados (252) y datos más significativos para el
caso de Torrellas, en la comarca de Tarazona y el Moncayo.
Don Esteban o Memorias de un español
escritas por él mismo es una autobiografía ficticia en la que se narra la
vida de un joven soldado liberas, a través de la cual se pueden seguir los
acontecimientos acaecidos en España, durante los primeros años del siglo XIX.
Su autor fue Valentín de Llanos (1795-1885), un escritor, político e
intelectual que tuvo que exiliarse en Londres donde, en 1825 publicó en inglés
esta obra que, hasta el momento, no había sido traducida al español. Esta labor
la ha realizado Virginia Tabuenca Cortés, licenciada en Derecho y diplomada en
Relaciones Internacionales por la Escuela Diplomática del Ministerio de Asuntos
Exteriores. Va precedida por un estudio introductorio de María González Dávila,
licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Cádiz y en Filología
Inglesa por la UNED.
Dentro
de la colección “Fuentes Históricas Aragonesas” y con el nº 77, se ha publicado
la obra Concordia entre la viña de
Alcañiz y los barrios de Valdealgorfa, Valjunquera y La Codoñera (1624).
Edición y aproximación lingüística a este texto notarial del Bajo Aragón, a
cargo de Elena Albesa Pedrola. Se trata de su Trabajo Fin de Máster realizado
en el Departamente de Lingüística General e Hispánica de la Universidad de
Zaragoza y analiza este documento conservado en el Archivo Municipal de
Valdealgorfa, localidad de la que procede la autora. Precedido por un estudio
lingüístico, se transcriben los distintos capítulos de la citada concordia que
venía a regular la organización municipal de esos barrios.
Con el
nº 78 de la misma colección se publica la obra Platería y joyería en Zaragoza (1413-1513), del embajador D. Manuel
Gómez de Valenzuela, la cual viene a dar noticia de la actividad desarrollada
por los argenteros zaragozanos durante el siglo XV, una etapa poco conocida,
pues obras anteriores como la del Dr. D. Ángel San Vicente Pino, trataba sobre
el Bajo Renacimiento y la del Dr. D. Juan Francisco Esteban Lorente se refería
a los siglos XVII y XVIII. Entre los 170 documentos que ahora se aportan hay
referencias a algunos lugares de nuestra zona. Concretamente, en el documento
168, el jurista Juan Ram contrata con el
platero Miguel Durán, en 1519, un relicario que “ha de ser de la echura del que
el dicho maestro izo para el monesterio de sant Francisco de Borja con talla e
ymagines que lieva aquel, con la Piedat, San Anthon de Padua, sant Miguel”. El
documento 99 es un acuse de recibo de 280 sueldos que el señor de Bureta entrega,
en 1480, para hacer una cadena. Finalmente, el documento 19 trata sobre un
cáliz realizado por Arnaldo Cavall para la iglesia de Trasobares, en
cumplimiento de una manda testamentaria. No son menos importantes las noticias
biográficas de los 125 plateros que se relacionan alfabéticamente como
apéndice, junto con otros 9 judíos y 18 forasteros. En esas biografías se cita,
por ejemplo, a Pedro Simón, natural de Gallur y aprendiz del platero Juan de la
Cuesta; al moro de Luceni Ali d’Alpelme; a María de Calcena, madre del platero
Bernat Ferrando menor; al borjano Miguel Nadal que entrega por 10 años a su
hijo Constantín Nadal al platero Pedro Sánchez, para que aprenda el oficio; al
encargo efectuado a Juan Sánchez de una custodia de plata para la ciudad de
Borja, luego anulado; y al moro Ali d’Ainzón, aunque residente en Lagata.
No hay comentarios:
Publicar un comentario