En
diversas ocasiones nos hemos referido al interés que las llamadas ejecutorias
de nobleza tienen para el conocimiento de los linajes de una determinada
población.
En
este mismo blog hemos dado noticia de algunas que se conservan en el archivo
del Centro de Estudios Borjanos o en determinados archivos privados de nuestra
ciudad. Incluso hay una en la colegiata de Santa María que, en su momento, fue
elegida para formar parte del conjunto de obras que se expusieron en 1969 en el
Palacio Provincial, con ocasión de la I Semana de Borja en Zaragoza.
Pero
hoy queremos mencionar a dos, directamente relacionadas con nuestra ciudad que
no hace mucho tiempo fueron puestas a la venta y que no pudimos conseguir, dado
el elevado precio que alcanzan.
Una de
ellas era de D. Martín López de Lerga, alias Caparroso, vecino de Borja, tal
como se hace constar en la portada de la misma.
Ignoramos
cuál era su procedencia, así como tampoco conocemos datos de ese personaje que
el estudio del documento nos hubiera revelado, pero los López de Caparroso
eran, desde luego, una familia de nuestra ciudad entre cuyos miembros destacó
el obispo D. Juan López de Caparroso, religioso dominico que fue obispo de
Crotona y Monopoli, en Italia, como todos sabemos. Precisamente en la capilla
de los Mártires de la colegiata de Santa María de Borja, destinada
originalmente para que allí reposaran sus restos, pueden verse las mismas armas
de la ejecutoria, así como la de los marqueses de Montesa, descendientes del
hermano mayor de ese prelado, Martín López de Caparroso, que casó con Estefanía
de Aoiz.
Como
hemos señalado no fue posible hacer frente al desembolso preciso para comprar
la ejecutoria que nos hubiera proporcionado datos precisos de la genealogía de
la familia. Sabemos, sin embargo, que se establecieron en Borja en el siglo XV.
El primero en llegar fue D. Juan López
de Lerga, natural de Caparroso, que había probado su infanzonía en 1439. Hijo
suyo fue el Martín López de la ejecutoria, que añadía a su apellido el alias de
“Caparroso”, el cual terminarían incorporando como apellido. Ese detalle es
interesante, dado que el topónimo del lugar de procedencia se usa como apellido
cuando salen de su localidad, en este caso Caparroso, pero lo mismo podría
decirse del caso de los Borja.
Martín contrajo matrimonio
en nuestra ciudad, hacía 1465, con Dª María de Aguilar y Coloma con la que tuvo
varios hijos, el mayor de los cuales fue D. Juan López de Caparroso, abuelo del
obispo.
La otra
ejecutoria que tampoco pudimos conseguir era también muy bonita y pertenecía a
un miembro de la familia Aguilar, cuyas armas eran representadas como muestra
esta imagen.
Son
las mismas que aún figuran en la fachada de la que fue su casa solariega, la de
los Aguilar, en la calle Mayor, porque aunque el edificio más conocido es la
que llamamos “Casa de Aguilar”, el nombre hace alusión a Dª. María Aguilar y
Alaviano, perteneciente a la misma familia, pero casada con D. José Joaquín
Rodríguez Portocarrero y Soracoiz, natural de Ágreda, con el que no tuvo hijos,
motivo por el cual donó todos sus bienes al Hospital Sancti Spiritus.
Curiosamente
los Aguilar y los López de Caparroso estaban emparentados, porque como hemos
dicho D. Martín López de Caparroso se había casado con Dª María de Aguilar y
Coloma.
¿Y
quién era esta María de Aguilar? No la propietaria de la sede de nuestro
Centro, sino la hija del primer Aguilar que llegó a Borja a comienzos del siglo
XV para contraer matrimonio con Dª. Blanca de Coloma y ellos fueron los padres
de la esposa de Martín López de Caparroso.
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