Los trabajos en Gañarul la pasada semana

Pedro Domínguez Barrios nos envía la crónica de los trabajos efectuados la pasada semana en la ermita de Gañarul. En la anterior había comentado el pequeño problema suscitado en la bóveda de cabecera, donde tras su apeo, se ha procedido esta semana a reconstruir el tempano derrumbado y seguidamente a doblar toda la bóveda con una segunda hoja de ladrillo (ya que, como recordarán nuestros lectores, sólo tenía una). Finalmente, se ha encamisado con morteros de cal hidráulica y malla plástica, al igual que en las dos restantes. 

Tanto en el doblado de la hoja, como en el encamisado han sido respetado los dos agujeros que esta bóveda tiene, como testigos del paso de la cuerda que desde el interior de la ermita hacía sonar la campana, lo que da una idea del respeto con el que se está ejecutando la restauración.

También ha sido colocado en su lugar el fragmento de arco crucero  que cayó al suelo en la Navidad de 2002 y que, desde entonces habíamos conservado en el Centro de Estudios Borjanos.

Estas fotografías, realizadas por Pedro el día de Año Nuevo de 2001, dan prueba de lo acaecido pocos días antes y siempre nos sorprendió que, con uno de sus nervios fracturado, la bóveda haya aguantado más de 16 años sin derrumbarse. La razón ha quedado clara ahora, al conocer que al ser de una sola hoja, su peso era más liviano que el del resto de los tramos.

         En la clave de esa bóveda existe un escudo que pudo corresponder a los señores de Gañarul y es posible que, bajo el tosco repinte se puedan encontrar restos que permitan una correcta identificación.

         Las cerchas que soportarán la cubierta se han presentado ya sobre el zuncho de hormigón, así como los pares (vigas inclinadas) también de madera en los muros piñones o hastiales.

Se trata de dos cerchas de madera con tratamiento antixilófagos de considerable escuadría (sección de madera), fijadas al zuncho mediante perfiles metálicos en L galvanizados.

Su sencillo diseño, dada la reducida luz a salvar, es prácticamente igual a las que había anteriormente, como se aprecia en esta fotografía de 2002. 

         Los trabajos avanzan, por lo tanto, a buen ritmo y es muy posible que, como se había anunciado puedan quedar ultimados antes de que finalice el año, algo que los más escépticos no habían llegado a creerse.