La
Diputación de Córdoba nos ha enviado un estuche que contiene seis libros
editados con ocasión de los encuentros literarios, organizados por su
Delegación de Cultura el pasado año, en los que con el título de La montaña mágica, escritores de gran
prestigio recorrieron dieciocho municipios de la provincia, presentando sus
textos y dialogando con los asistentes a los mismos, en un formato muy similar
a los que organiza la Diputación de Zaragoza. Sin embargo, en este caso, han
tenido el acierto de dejar testimonio de esa iniciativa, a través de los
libritos que ahora se recopilan, que fueron editados a lo largo del año.
El
primero en aparecer lleva por título El
sexo en la palabra. Literatura y género e incluye textos de Octavio Salazar
(Córdoba, 1969) y poemas de Juana Castro (Villanueva de Córdoba, 1945) e Isabel
Pérez Montalbán (Villanueva de Córdoba, 1945).
La palabra de la tierra. Literatura y
desarrollo sostenible, incluye poemas de José García Obrero (Santa Coloma
de Gramanet, 1973), Luis Antonio de Villena (Madrid, 1951) y de Matilde Cabello
(Puerto Real, 1956).
Poemas
y prosa poética de Inma Chacón (Zafra, 1954), Pablo García Casado (Córdoba,
1972) y Raquel Lanseros (Jerez de la Frontera, 1973) constituyen el contenido
de La palabra social. Democracia y
memoria.
En La palabra cantada. Nuestra poesía y el
flamenco, encontramos poesías de Juan Carlos Reche (Córdoba, 1976), María
Rosal (Fernán-Nuñez, 1961) y Juan José Téllez (Algeciras, 1958).
Los
autores incluidos en Los lugares de la
palabra. Espacios de creación son Carlos Pardo (Madrid, 1975), con prosa y
poesía; Blanca Andreu (La Coruña, 1959) y Francisco Onieva (Córdoba, 1976)
ambos con una selección de su poemas.
Finalmente
en el sexto volumen, La palabra
ciudadana. Literatura y compromiso, podemos leer poemas de Ana Rossetti (San
Fernando, 1950), Francisco Gálvez (Córdoba, 1945) y Ángeles Mora (Rute, 1952).
El
propósito del ciclo era llevar al público a esa “montaña mágica” en la que
poder debatir con los poetas invitados sobre una serie de temas que importan en
la forma de entender la convivencia y nuestra relación con la vida, como son la
igualdad y el género, la democracia y la memoria, el valor del flamenco en la
idiosincrasia cultural, el desarrollo sostenible, los espacios de creación y el
compromiso ciudadano, a cada uno de los cuales se dedica un fascículo, aunque
el contenido de los poemas no se ciñe estrictamente a lo que señala el título,
pues la poesía discurre por sendas libres.
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