Estamos estos días inmersos en el
complicado proceso de catalogar todas las obras de Arte que conservamos en la
Casa de Aguilar, teniendo en cuenta que venían acumulándose si que existiera un
inventario detallado con el origen y procedencia de las mismas, así como los
datos técnicos de cada una de ellas. Hemos avanzado bastante, pero aún queda
mucho trabajo.
Lo que hemos finalizado es la documentación de todas las obras de D. Ángel Bayod, donadas al Centro por su hija Dª. Teresa Bayod Monterde, que incluía tanto esculturas como dibujos, así como su archivo personal, fotografías y otros recuerdos.
Solamente en el apartado de dibujos
hemos inventariado un total de 382, de muy diversas características, predominando
los correspondientes a su etapa de formación en la Real Academia de Bellas
Artes de San Fernando.
Aunque la práctica totalidad de esos
dibujos son suyos, un pequeño número corresponde a los que le dedicaron otros artistas,
como los que muestran estas imágenes.
Pero lo más
interesante son los bocetos y proyectos para determinados monumentos que, en
unos casos, llegó a realizar y en otros no lo fueron por determinadas razones. De
los que llegaron a feliz término, que fueron bastantes, se conserva documentación
fotográfica del proceso de elaboración y del resultado final, así como una
recopilación de las noticias publicadas en la prensa del momento sobre esas
obras.
Queremos hacer mención a un caso concreto, dado que la información que disponemos ofrece una visión muy diferente a la que, en su momento, ofreció José Ramón Morón Bueno, en un artículo publicado en Turiaso.
Se trata del proyecto para la
realización de un monumento a D. José María Sanz Artibucilla en la ciudad de
Tarazona, para lo que su Ayuntamiento convocó un concurso al que se presentaron
el constructor Manuel Tricas y los escultores Félix Burriel, Ángel Bayod y
Francisco Rallo.
En nuestro archivo conservamos varios
de los bocetos presentados por Ángel Bayod, en los que se muestra el monumento
que había proyectado y con el que concurría al concurso desde varias perspectivas.
De ahí que nos haya llamado
poderosamente la atención el que reproduce José Ramón Morón en su artículo
sobre el que afirma, refiriéndose a Ángel Bayod: “El croquis que se adjunta al
proyecto es de una gran pobreza en el dibujo, describiéndose el alzado del
monumento, de frente y de perfil, a escala 1:20. Por lo descrito, la obra
resultante es una incógnita ya que es difícil saber cómo quedaría definitivamente”.
No nos cabe duda de que el croquis
reproducido en el artículo está en el Archivo Municipal de Tarazona, según menciona
el autor. Pero, entonces ¿Dónde fueron a parar los que conservamos nosotros,
mucho mejor dibujados y, sobre todo, con imágenes precisas acerca de su
emplazamiento, con fuente y todo?
Sin entrar en otros detalles sobre los
comentarios que inserta acerca de la trayectoria profesional de Bayod, de los
que discrepamos, debemos recordar que la ejecución del monumento fue adjudicada
a Félix Burriel Marín.
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