Nos quedamos con las ganas. La lluvia que había sido pronosticada hizo acto de presencia a la hora en que debía comenzar la Ronda del Roscón, por lo que tuvo que ser suspendida. Las jovencitas que habíamos elegido para lanzar los roscones desde el balcón de la Casa de Aguilar no pudieron llevar a cabo su cometido, para el que se habían estado preparando durante toda la tarde.
Cada año, tras el paso de la ronda,
celebramos una pequeña fiesta en nuestro Centro para dar buena cuenta de otro
roscón, acompañado con un vaso de moscatel. En esta ocasión habían preparado
también tortilla de patatas (con huevo), empanada, medias noches variadas y croquetas,
entre otras viandas.
Sobraron roscones y faltaron algunas de
las personas que, habitualmente, acuden a esta fiesta “familiar”. Comoquiera
que nos han anunciado que la ronda se llevará a cabo el próximo mes de mayo,
hemos guardado los roscones para entonces. No importa que estén un poco duros, dado
que con un vaso de leche caliente se podrán consumir o mojándolos de nuevo en
moscatel. Ya lo veremos…
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