Como
en todos los rincones de España, nuestra ciudad vibró ayer con la selección
que, sin ninguna duda, fue la protagonista de una jornada inolvidable.
Desde
primeras horas de la tarde, el pabellón español lucía en las fachadas y remates
de los edificios, mientras los aficionados, jóvenes y no tan jóvenes, vestían
con orgullo las camisetas de nuestro equipo, con la esperanza de que el sueño
se hiciera realidad.
No
es de extrañar por lo tanto que, cuando en el Estadio Olímpico de Kiev,
Casillas alzó la Copa de Campeones de la Eurocopa, la alegría se desbordase por
las calles en una gozosa celebración que se prolongó hasta altas horas de la
madrugada.
Por
este motivo, la victoria de España queda reflejada en nuestro blog que, por un
momento, une a las noticias culturales esta apresurada crónica del júbilo con
el que fue acogida este merecido triunfo deportivo.
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