José
María Belsué Catarecha nos ha remitido esta antigua fotografía que, a primera
vista, parece corresponder a la llegada de la procesión de nuestra patrona, la
Virgen de la Peana, a la colegiata.
Sin
embargo, no es así. Entre otras razones porque la imagen que desfila sobre el
trono, aun siendo la de la Virgen, es de menor tamaño. Por otra parte, desde
que se creó el Rosario de Cristal en 1928, la entrada de la procesión tiene
lugar cuando ya es de noche. Algunos han apuntado la posibilidad de que
corresponde al traslado de la imagen realizada por la Hermandad de Barcelona
desde el parque hasta Santa María. No podemos asegurarlo, por el momento, pero
la foto no tiene desperdicio.
En
ella puede verse el estado de la plaza de Ntra. Sra. de la Peana con el antiguo
empedrado y la fuente, en primer término, a la que se dirige un monaguillo para
calmar su sed. Al fondo, donde hoy se encuentra el llamado “Edificio Goya”,
pueden verse los almacenes de Teodoro Aragón, contiguos a la carpintería
existente en el edificio del actual Museo de la Colegiata.
Encabezando
el desfile aparece la Cruz parroquial, entre cirios, y un nutrido grupo de
monaguillos. Siguen, a continuación, tres sacerdotes con sus mucetas y bonetes.
Los del fondo parecen ser D. Mario Foncillas y D. Ángel Irache. El primero de
ellos era beneficiado de Santa María y el segundo coadjutor de San Bartolomé.
No hemos identificado al otro sacerdote que apoya su mano sobre el monaguillo
que le precede.
Delante
del trono de la Virgen desfilan tres jóvenes ataviadas con el traje regional.
La peana es la existente hasta 1989, cuando con ocasión del II Centenario de la
Virgen se modificó la parte posterior de la misma. Es llevada por doce
porteadores con sus albas blancas, como es habitual en Borja. Le dan escolta
dos números de la Guardia Civil con tricornio negro y fusil al hombro.
Tras
ella marchan tres sacerdotes, de los que, tan sólo se ve a uno, revestido de
dalmática que parece ser D. Primo Irache, capellán de la Virgen durante muchos
años. A continuación el M. I. Ayuntamiento en corporación bajo mazas.
Cierra
el desfile un nutrido grupo de personas, algo que no sería lógico de tratarse
de una procesión pues deberían ir delante de la Virgen.
Podemos
ver también los balcones engalanados y el detalle curioso de una niña que se
arrodilla al paso de la imagen.
En
resumen, un curioso testimonio gráfico de una ceremonia que esperamos, con la
ayuda de alguno de nuestros sagaces lectores, poder identificar.
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