Cuando,
recientemente, publicamos un artículo sobre la heráldica municipal de Mallén,
uno de los lectores habituales de esa localidad nos preguntó sobre el modelo
arriba representado, que no reprodujimos entonces, en el que aparece como
soporte el “águila de San Juan”.
No
era el único caso en nuestra comarca en el que aparecía el águila. Estaba
también presente en Novillas y Fuendejalón. Pero, lo más sorprendente es que
Bordón, Cantavieja, Chiprana, Encinacorba, Grisén, La Iglesuela del Cid,
Lanaja, Samper de Calanda, Villarluengo y algunos otros municipios aragoneses
que, como los anteriores habían pertenecido, en el pasado a la Orden de San
Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta.
Sobre
esta circunstancia llamamos la atención en un artículo publicado, en 1995, en
nuestro Boletín Informativo. Decíamos
allí que la Orden Hospitalaria de San Juan Jerusalén tiene, como patrón, a San
Juan Bautista, “el más grande de los mortales nacidos de mujer”, mientras que
el águila es el distintivo de San Juan Evangelista. Por lo tanto, incluir el
águila de Patmos en la heráldica de esos municipios, para resaltar su
vinculación con la citada orden, constituía un lamentable error.
Los
responsables del mismo fueron destacados “especialistas” y profesores
universitarios, cuyos nombres omitimos pues algunos ya no están entre nosotros.
A partir de sus informes, incorporaron el águila los ayuntamientos de Novillas
y de Fuendejalón, por citar dos casos de nuestra comarca y, posteriormente, el
error se extendió a otras muchas localidades. Se salvaron algunos municipios
como Ambel y Alberite de San Juan, posiblemente porque no recabaron tan doctas
opiniones.
El error subsistió
durante algunos años, como en el caso de Fuendejalón donde no sólo aparecía en
sus programas de fiestas sino que, todavía puede verse en los azulejos
colocados en una vivienda particular, situada en la carretera.
Lo
mismo ocurrió en Novillas, donde se distribuyeron llaveros, uno de los cuales
conservamos en nuestro archivo, cuya imagen reproducimos.
Posteriormente,
hubo que modificarlos, lo que se llevó a cabo dentro de ese peculiar proceso
llevado a cabo por el Gobierno de Aragón, como consecuencia del cual han sido
aprobadas las armas de muchas localidades con sorprendentes “diseños” ajenos
a las reglas de la heráldica. Para ello,
basta con leer los informes que la Real Academia de la Historia viene emitiendo
para los casos de los municipios españoles que, todavía los someten a su
consideración, lo que no ocurre en Aragón y otras comunidades autónomas que han
regulado instituciones consultivas propias. Pero, sobre ello y sus
consecuencias, volveremos en otra ocasión.
me encantan
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