Durante
nuestra reciente visita a Utebo, tuvimos la oportunidad de contemplar una obra
de Juan José Luis González Bernal que desconocíamos, lo cual siempre constituye
un grato “descubrimiento”.
González
Bernal nació en Zaragoza, en 1908, pero su madre Luisa Bernal era natural de
Borja, razón por la cual lo incluimos en nuestro Diccionario Biográfico. Hasta hace relativamente pocos años, su
figura era prácticamente desconocida.
Su
trayectoria personal, aunque muy breve, fue especialmente comprometida con las
vanguardias artísticas y sus ideales políticos.
Quiso
ser médico, pero no superó las pruebas de ingreso en la Facultad, por lo que se
matriculó en la Escuela de Artes y Oficios. Después, perfeccionó sus
conocimientos en el estudio de D. Abel Bueno, trabajando, al mismo tiempo, como
aprendiz de joyería.
Se
trasladó a Barcelona, donde continuó sus estudios artísticos y comenzó a
exponer. Precisamente, con la venta de uno de sus cuadros pudo viajar a París,
donde entró en contacto con el surrealismo, una corriente a la que se incorporó
inmediatamente.
Su
trabajo no fue reconocido en su ciudad natal, donde expuso e, incluso, presentó
bocetos para el cartel de las fiestas del Pilar que nunca fueron seleccionados.
Al
declararse la Guerra Civil, volvió a España para incorporarse al Servicio de
Información, más tarde Ministerio de Propaganda, que había creado en Madrid
Arturo Soria. Desde allí pasó a Valencia, cuando el gobierno republicano se
trasladó a esa ciudad. Para entonces, su salud se había resentido mucho, como
consecuencia de un proceso tuberculoso muy avanzado.
Aunque
lo trató su buen amigo el Dr. D. Julián Vizcaíno en Barcelona, la enfermedad continuó
su progresión y decidió retornar a París, donde falleció el 15 de diciembre de
1939, con 31 años de edad. Cuarenta y cuatro años después, era presentada en
Zaragoza una exposición antológica de su obra, organizada por Ibercaja.
Era
el primer reconocimiento recibido en nuestra tierra, al que siguieron otros.
Especialmente, tras la donación a las Cortes de Aragón de una importante
colección de sus obras, por parte de los herederos del Dr. Julián Vizcaíno. Una
selección de las mismas pudo contemplarse en dos salas de la Aljafería, con motivo de la
exposición “25 años de arte contemporáneo en las Cortes de Aragón”. También se
han cedido algunas de ellas para otras muestras realizadas en Madrid, Segovia o
Estella.
Desde
aquí, como ya lo hiciéramos anteriormente, queremos contribuir al conocimiento
de este artista relacionado con nuestra ciudad, dando noticia de esta obra de
la que hemos reproducido algunos detalles.
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