La
revista Ador que edita el Centro de
Estudios Almunienses dedica su último número a los “Deportes y juegos
tradicionales de Valdejalón”. En uno de los artículos, al tratar del tiro de
bola, hace referencia al reto que protagonizaron, en 1895, Eusebio Cabrera, de
Épila, y Juan Ruberte Navarro “Fresquita” de Magallón.
De
Juan Ruberte ya nos ocupamos en nuestro Diccionario
Biográfico, pero al hilo de ese comentario es interesante que recordemos su
figura que ha pasado a los anales de los deportes tradicionales de Aragón.
Fresquita
había nacido en Magallón y pertenecía una dinastía de tiradores de barra
aragonesa. Su abuelo fue un tirador muy importante y es recordado entre los
grandes de este deporte.
Aunque
Juan fue también tirador de barra, su nombre está asociado a las competiciones
de bola y a los retos en los que intervino. Hay que tener presente el hecho de
que, en aquellos momentos, estas competiciones congregaban a una gran multitud
de personas que llegaban a cruzar apuestas muy importantes. Basta recordar que
en el enfrentamiento que mantuvieron Manuel Soria de La Almunia y Emilio Calvo
de Morata de Jalón, en 1946, se llegaron a apostar 100.000 pesetas.
En
el caso que nos ocupa la apuesta se dirimía en un recorrido entre Magallón y
Épila que realizaron en ocho días, con sucesivos tiros de bola de ambos
corredores. A pesar de que Fresquita era el favorito y llegó a llevar la delantera,
finalmente se impuso el tirador de Épila, por cuatro tiros de ventaja.
Inmediatamente surgió al sospecha de que el de Magallón se había vendido por
una importante cantidad de dinero.
No
era la primera vez que Fresquita se dejaba sobornar ya que, al parecer,
mediante este procedimiento llegó a ganar importantes sumas de dinero. Es
significativo que, cuando le reprochaban lo ocurrido en el reto con Eusebio
Cabrera, solía contestar que “La honra se fue a Épila y los dineros a
Magallón”, lo que venía a poner de manifiesto su peculiar concepto de la
práctica deportiva.
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