El torreón islámico de Magallón

            Hace algún tiempo quisimos realizar un inventario de los castillos y fortificaciones de nuestra zona, encargando a Enrique Lacleta, la realización de fotografías de todos ellos. Por diversas circunstancias, el proyecto se ha ido demorando, a pesar de que ya publicamos en el blog dos artículos, dedicados a los castillos de las Peñas de Herrera y de Talamantes.

            Ahora, queremos retomarlo con uno de los elementos menos conocidos de nuestra comarca: el pequeño torreón existente en el término municipal de Magallón, muy próximo al casco urbano.

            Desde lejos, podría parecer una más de las casetas de campo existentes en la zona pero, hace ya muchos años, D. Federico Bordejé había llamado la atención sobre esta construcción que consideraba de origen romano. En la actualidad, a pesar de que no ha sido objeto de un estudio detallado, se considera que es islámico, siendo relacionado con la cercana necrópolis de esa misma época que fue descubierta al realizar la variante de la N-122.

            Es de planta cuadrangular y en su construcción se advierten dos cuerpos bien diferenciados. El inferior está formado por grandes sillares almohadillados y es macizo, de manera que la actual puerta se abre a una escalera tallada en esa base, por la que se accede a la planta superior, lógicamente de fecha muy posterior y construida sobre el torreón con fines utilitarios. 

            Las caras anterior y posterior, sobre las que se asienta el actual tejado a dos aguas, fueron recrecidas con un muro de mampuesto, mientras que las laterales son de ladrillo, disponiendo de varios vanos de pequeño tamaño en el perímetro de su planta superior.

            Torreones de estas características se conservan en otros lugares de la comarca como Ambel, Ainzón, Alberite de San Juan y Bureta, por citar algunos ejemplos, aunque todos ellos dentro de los respectivos cascos urbanos y englobados en construcciones posteriores.

            El de Magallón, por su aislamiento, constituye un caso peculiar en la que llaman la atención esos sillares almohadillados, cuyo uso no es privativo de una determinada época, por lo que la determinación de su origen concreto requeriría un estudio que, como hemos comentado, todavía no se ha realizado.

            Por otra parte, cuando en 2006 el Gobierno aragonés, por Orden de 17 de abril, declaró Bienes de Interés Cultural a unos 516 castillos y fortificaciones de los más de 1.000 que existen en esa comunicad, aparecía entre los reseñados la referencia a una torre de Magallón. Comoquiera que no se hacía constar su emplazamiento nos dirigimos a la Dirección General del Patrimonio para conocer a qué elemento concreto se refería, pues podría tratarse también a la torre de la iglesia parroquial, considerada la torre del homenaje de uno de los dos castillos que existieron en ese lugar. Nunca recibimos respuesta, por lo que la duda persiste, aunque por tratarse de un elemento de Arquitectura Militar debe ser considerado incluido también en dicha calificación, en virtud de lo dispuesto en la Ley del Patrimonio Cultural Aragonés 3/1999 y en una de las disposiciones adicionales de la Ley del Patrimonio Histórico Español de 25 de junio de 1985.